Avanza proceso contra asesina de una niña en Chinchiná (Caldas)

LA PATRIA | MANIZALES

De manera detallada y con testigos, la Fiscalía presentó esta semana las pruebas con la que espera sea condenada Lucy, como se le conoce a la mujer acusada de lanzar a Juanita Valencia, de cuatro años, a un caño en Chinchiná, lo que le provocó la muerte.

El anhelo de la victimaria, como lo expuso el ente acusador desde un comienzo, era conseguir una bebé, que ella no podía gestar porque ni siquiera tenía matriz, pero ya le había mentido a su compañero sentimental, en prisión, cuando le dijo que estaba esperando un hijo.

La reconstrucción que hace el investigador da cuenta de los movimientos de Lucy tendientes a convencer a su entorno del falso embarazo. De otro lado, preparó un plan para encontrar y obtener una bebé.

La infortunada fue la mamá de Juanita. Su hermanita tenía escasos dos meses de nacida. La obsesionada mujer se ganó la confianza de la madre con promesas de regalos y el 22 de diciembre habría ejecutado los actos, en la salida hacia Manizales, donde citó a las víctimas.

Se hizo a la bebé con violencia. Lanzó a Juanita y a la mamá a un caño. La madre sobrevivió, pero a la pequeña la encontraron muerta el 2 de enero en el Lago Balsora.

Las audiencias

En los tres primeros días de audiencia testificaron la médica que valoró a Lucy. Reafirmó que nunca hubo un embarazo. De igual manera, se escuchó a la mujer a quien la raptora dejó a cargo la bebé el mismo día y le aseguró que era suya. Al darse cuenta de que se había producido un secuestro, la encargada se puso en contacto con la Policía y así se dio el rescate.

Declararon los funcionarios de policía judicial. Narraron que al llegar a la casa de Lucy encontraron un cuarto decorado con un ajuar rosado de bebé, a quien ya llamaba Salomé. Hallaron una ubre con la que se sospecha se simularía un parto.

Declaró también la mujer a quien la raptora le encargó la elaboración del ajuar y como prueba están los mensajes de whatsapp que se cruzaron entre las dos.

Los testimonios que más conmovieron a los asistentes fueron los de los padres de la menor. La mamá como sobreviviente y testigo del secuestro de la bebé y asesinato de su hija Juanita; y el papá, quien paga una pena de prisión.

Este recordó que vio por última vez con vida a la pequeña el mismo día que la asesinaron. Describió las cualidades y la agraciada personalidad de Juanita. En la sala hubo primero un profundo silencio y se escuchó el llanto de varios asistentes.

Los tres días iniciales del juicio fueron insuficientes para practicar todas las pruebas, por lo que serán necesarias otras sesiones, pues aún falta la intervención de la defensa.