LA PATRIA | MANIZALES

Yéferson López Quintero, alias Yéferson, líder de la extinta banda delincuencial Los R-6, de Chinchiná, tiene 26 años y una condena a 54, un mes y seis días de prisión, en un país donde la esperanza de vida está tasada en 75 años.

El miércoles, el Tribunal Superior de Manizales le ratificó esa sentencia, por lo que se podría decir que pasará gran parte o el resto de su vida encerrado. Otro que recibió la misma pena es Jéfferson Mauricio Latorre Rodríguez, alias Mariguano, de 27 años. El primero ordenaba muertes y el segundo las ejecutaba.

Los sentenciaron por los asesinatos de Pedro José Arenas Quintero, alias Ojos de Tote; Cristian Camilo Morales García, alias Pereira, y María Erika Pérez Esguerra; por porte ilegal de armas y por tráfico de estupefacientes. Los exoneraron de los fallecimientos de Néstor Humberto Agudelo Henao y Róbinson Bedoya Arias, pues no se logró demostrar su participación en estos casos.

Droga

Los crímenes selectivos estaban relacionados con el microtráfico en La Galería, El Triángulo, La Gregoriana y Tres Esquinas, del municipio cafetero. Mataban para sacar del medio a la competencia o a quienes los traicionaban.

La investigación arrancó el 28 de agosto del 2014, cuando unidades de la Sijín le dieron a conocer a la Fiscalía lo que pasaba en la Galería de Chinchiná y sus posibles responsables.

Se ordenó un allanamiento en la carrera 11 con calle 7ª, donde ubicaron a los dos Yéferson con estupefacientes, armas de fuego y municiones. Ambos se fueron a juicio.

El testigo clave del ente acusador, quien hoy cuenta con protección, laboró con alias Yéferson, quien asumió el mando del mercado de drogas, tras la muerte de Jhon Jairo, alias Pecueca. Explicó además que serían cinco homicidios. Primero, el de Cocoliso, a quien asesinaron en la Galería, de cuatro tiros en la cabeza, por ser trabajador de alias David, enemigo de Yéferson. Este crimen no se les demostró.

"El que no le vendiera droga al cabecilla era enemigo de él. Mandaba a Mariguano a que lo matara. Todos recibíamos sueldo, entre $600 mil y $1 millón 200 mil al mes. A Mariguano le pagaban dependiendo de lo que valiera el que había que asesinar. Además, le daban el arriendo".

El testigo expresó que el segundo muerto fue alias Pereira, quien tiró unas granadas por el Minuto de Dios y en un garaje, donde los Yéferson se reunían. "Lo hizo porque no les tenía miedo. Le pegaron seis tiros en la cabeza", anotó.

Por no pagar

A Robin lo asesinó Rojo, un menor de edad, por no pagar un estupefaciente. "Se fumó la mercancía. No fue Mariguano, porque él lo conocía y se le volaba". Este crimen tampoco se les demostró.

Ojos de Tote era enemigo de Yéferson y lo mandó asesinar, porque no le gustaba tener adversarios sueltos. "Lo citó a la casa a que hablaran. Cuando salió y se puso el casco, Mariguano lo esperó y le disparó. Se le voló por un techo, luego se lo llevaron herido en un taxi, pero al rato falleció".

María Erika, explicó, era trabajadora de David y administraba un bar de la Galería. "La señora dijo que por qué tenía que salir Yéferson de la cárcel, que debería podrirse allá como lo hacía la mamá en un cementerio. Por ese comentario le dispararon tres veces en la cabeza, en toda la esquina de La Gregoriana. Mariguano se quedó con el celular de la muerta para su uso personal. Yo boté los casquillos por el inodoro, envueltos en papel higiénico". Yéferson pagaba domiciliaria en ese entonces.

El Tribunal consideró que el testigo no solo fue de oídas, sino directo, pues conocía lo que pasaba. "Los testimonios son incuestionables y de gran valor probatorio". Por eso negó la absolución que pedía la defensa.

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Le mataron dos familiares

En octubre del 2016, a alias Yéferson le mataron dos familiares durante una balacera en un bar de la Galería de Chinchiná. Perecieron su mamá, Rubiela Ospina Quintero, de 46 años, y su hermano, Jorge Hernán Duque Ospina, de 18. El sicario resultó herido. Al parecer, llegó desde Cartago.

La cifra

39 homicidios registró Chinchiná en el 2014.