LA PATRIA | MANIZALES
La jornada laboral ya había terminado para Sor Ángela Buitrago Muñoz, de 30 años. Estaba en compañía de su esposo y sus tres hijos cuando un extraño llegó hasta su finca El Chontalito, en la vereda El Consuelo, de Samaná y le disparó en el pecho con una escopeta. Murió de manera instantánea.
A las 8:30 de la noche del lunes, y mientras su familia compartía dentro de la vivienda, ella salía del baño luego de darse una ducha y se escuchó una detonación. Ellos salieron a ver qué ocurría y la vieron tendida sobre el piso, pero ya no había nada para hacer.
Extorsionistas le pedían dinero
Una persona cercana a la familia de Sor Ángela explicó que a la familia la extorsionaban hace pocos meses y que personas que decían pertenecer a las Farc la llamaban a sus números celulares a exigirle $15 millones.
Ante la negativa, los delincuentes le pidieron $7 millones y luego $1 millón. Pero ellos se negaron a pagar, apoyados por sus conocidos. "Somos recolectores de café, trabajamos muy duro y no es justo que nos extorsionen", explicó.
Para completar la tragedia, en Samaná no hay grupo encargado de las inspecciones a los cadáveres. El cuerpo de la mujer permaneció en la finca, a la que hay que llegar caminando, hasta que el martes en la mañana arribaron los técnicos del CTI de La Dorada, acompañados de los Bomberos de Samaná.
El comandante de la Policía Caldas, coronel Luis Duarte, explicó que este es un caso prioritario en el que se empeñarán en encontrar a los responsables. Sin embargo, explicó que se manejan varias hipótesis y que por el caso de la presunta extorsión no han recibido denuncias.
"Ya nombramos un grupo especial con profesionales de Inteligencia y Policía Judicial. En colaboración con la Fiscalía hacemos las pesquisas y recolectamos pruebas. Es muy importante que la comunidad nos informe oportunamente para poder esclarecer el crimen", concluyó Duarte.
Una buena madre
"Esto es algo muy duro, esos niños están muy pequeños. Ella era una madre muy cariñosa y trabajadora", sostuvo un cuñado de Sor Ángela.
Aunque se dedicaba a cuidar de sus tres hijos, también tenía tiempo para las labores en la finca cafetera. Trabajaba con su esposo desyerbando y recolectando café. Ayer en la mañana se llevaron a cabo sus exequias en Samaná.
La séptima
Sor Ángela es la séptima mujer que matan en Caldas en el 2015. En Manzanares, Aguadas, Victoria, Anserma y en Manizales, en dos ocasiones, ocurrieron los otros homicidios.
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