LA PATRIA | MANIZALES
En el resguardo indígena de San Lorenzo (Riosucio) hallaron cuatro cuerpos enterrados en fosas comunes, durante la primera de tres jornadas de exhumaciones para encontrar a posibles víctimas del conflicto armado en el occidente de Caldas. Se realizó entre el 13 y el 19 de junio pasados.
Son 15 las fosas identificadas en el proceso de restitución de tierras que se adelanta en la zona (ver infográfico).
La Fiscalía le explicó ayer a LA PATRIA que no se sabe cuántos cuerpos podría haber en esas fosas, que están distribuidas por todo el territorio del resguardo.
Previo a las exhumaciones se adelantó una jornada de toma de muestras de ADN, pues serían cuerpos que están ahí desde hace 15 o 20 años.
"Acudimos al sitio con un equipo criminalístico conformado por un antropólogo, un fotógrafo forense, un topógrafo forense y un auxiliar de campo. En esa primera sección recuperamos cuatro cuerpos en diferentes zonas del resguardo. La próximo jornada será del 11 al 18 de julio", expresó.
Los cuerpos son llevados al laboratorio de identificación humana en Pereira. Se ordena la necropsia para establecer la causa de muerte. Además, un análisis antropológico para obtener datos como edad, sexo, contextura de la víctima y si posee alguna fractura que sirva de indicio para identificarla. Así mismo, el odontólogo hace su carta dental.
"Se ordena la extracción de muestras para procesar el ADN y cotejar con el banco de datos. Hay familiares que lo aportaron durante las jornadas de víctimas, pero otras no. Los análisis de laboratorio pueden durar hasta dos meses, dependiendo del cúmulo de trabajo. Por ahora son cadáveres en condición de no identificados, pues muchos familiares no denunciaron o reportaron las desapariciones", relató la Fiscalía.
Julián Rivera Delgado, juez de Tierras, ordenó medidas cautelares como la protección de esos predios y seguridad de los líderes indígenas que apoyan el proceso, y que han sido amenazados. Incluso, se les asignaron tareas a los ministerios de Cultura, para el saneamiento espiritual de la zona; y Salud, para atención psicosocial.
El frente Aurelio Rodríguez de las Farc, el Epl y el Cacique Pipintá, de las Auc, tenían injerencia en Riosucio.
En los resguardos indígenas de San Lorenzo, Cañamomo Lomaprieta, Escopetera Pirza y Nuestra Señora Candelaria de La Montaña, los homicidios se incrementaron entre el 2000 y el 2003, según el informe Dinámica del conflicto armado en Caldas.
"Afectaron a sus autoridades tradicionales. Respondió a disputas entre guerrilla y autodefensas, involucró luchas por el poder local y en particular para neutralizar el movimiento indígena que se unificó y se enfrentó a los partidos tradicionales".
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