Foto | Cortesía | LA PATRIA
La foto José Javier Zuluaga Gómez hace parte del decorado de la casa. La que se muestra está enmarcada en una pared de la sala.
Al taxista José Javier Zuluaga Gómez, de 70 años, lo vieron por última vez sus parientes a las 11:00 de la noche del sábado pasado. Dos horas después un compañero del gremio conoció de la noticia del asesinato por el radio y le avisó a la familia que lo mataron en el barrio San Sebastián de Manizales.
Por este hecho hay tres personas identificadas. A un menor, señalado de participar en el homicidio, lo aprehendieron ayer a las 6:00 de la mañana, luego de un intercambio de disparos, según el relato de los vecinos.
Javier recogió la última carrera de su vida en el Centro. Allí lo abordó una pareja de esposos y salieron para el mencionado barrio. Al llegar le pagaron el servicio, pero cuando abrían la puerta de la casa sintieron un disparo.
Pasaron unos segundos y se escucharon otras dos detonaciones. El ruido despertó a los vecinos. Quienes hablaron del hecho señalaron que el cuerpo sin vida de Javier quedó a unos 20 metros del carro.
La reconstrucción inicial indica que se trató de un asalto, pero los delincuentes no se midieron para hacer el daño. Las autoridades sospechan de que la víctima opuso resistencia. Herido se bajó del taxi y caminó unos pasos, pero los asesinos lo remataron.
La esposa de Javier, Bernarda Vásquez, recuerda que él tenía un machete para defenderse. Lo cargaba porque al menos en tres ocasiones anteriores lo habían atracado.
El sábado en la noche él hizo una pausa en su labor -siempre trabajaba en horario nocturno- para comer a las 11:00 p.m. Sin embargo, ella se dio cuenta de que antes de arrancar su esposo no puso el machete al lado de la puerta, como acostumbraba, sino que lo guardó en el baúl del taxi. Menos oportunidades tuvo para defenderse.
La Policía llegó segundos después al sitio. Mientras un vecino llamaba, a Javier le hicieron los dos disparos finales. Los delincuentes huyeron de inmediato, llevándose tan solo unas monedas y $23 mil. Ese fue el botín que le encontraron al menor de edad capturado horas después.
La Policía se incautó de un arma de fuego con la que podrán verificar si se trató de la misma usada en el homicidio.
Alexánder Zuluaga, hijo de José Javier el taxista asesinado, señaló que toda la vida vio a su padre trabajar de noche en taxi. La esposa de la víctima esposa señala que llevaba cerca de 45 años en el oficio. El vehículo no era propio.
Durante una temporada trabajó en Cali. Jamás dejó de ser taxista. Aunque le decían que dejara de laborar de noche, Javier en medio de su rutina, que Alexánder describe como relajada, jamás quiso estar en jornada diurna. A José Javier Zuluaga lo velan desde ayer en la tarde en la Funeraria Los Olivos.
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