Aceptó que hirió a su compañera y a sus suegros

LA PATRIA MANIZALES

Desde antes de la audiencia a Andrés Eulices Taborda Barreneche se le notó retraído, calmado y por momentos hasta expresó arrepentimiento a través de su defensor. Sin embargo, ante la juez de garantías se diluyó toda esa actitud cuando la Fiscalía relató la manera como el hombre apuñaló a su compañera sentimental y a sus suegros.

El seguimiento adelantado por la Policía se extendió hasta el pasado jueves, cuando los agentes asignados al caso capturaron a Taborda Barreneche en la carrera 23 con calle 20 de Manizales y le leyeron sus derechos , en cumplimiento de la orden expedida por un juez.

El hombre, de 32 años, hace tres semanas entró a la vivienda de sus suegros en el barrio Arrayanes y atacó con una navaja a su compañera sentimental, Yenny Paola Rendón, de 22 años. Lo mismo hizo con Ángela Rendón, de 39, y Luis Eliécer Ospina, el mayor de las tres víctimas.

Los argumentos que presentó la Fiscalía fueron tan contundentes que el victimario, con la asesoría de su abogado defensor, se allanó a los cargos por violencia intrafamiliar agravada.

Está por definir la condena que le impondrá la juez de conocimiento, que no será menor a tres años, por haber aceptado la imputación.

La agresión

En su relato la Fiscal 14, asignada al caso, contó que al mediodía del 23 de octubre el hombre llegó en su motocicleta a la casa de sus suegros, donde estaba también su compañera sentimental.

Taborda comenzó a discutir con Rendón, quien estaba sentada en el comedor. Luego dejó de hablar, sacó una navaja y comenzó a herir a la mujer.

La suegra del agresor sacó de la casa a una nieta para evitar que le hicieran daño y a la vez le pidió a una vecina que llamara a la Policía. Al regresar trató de defender a su hija, pero también resultó herida. La misma suerte corrió Eliécer Ospina.

Taborda hirió seis veces a su compañera, tres a su suegra y cinco al suegro. Posterior al ataque se montó en la moto y huyó. La Policía inició las pesquisas comenzando por la casa donde vive la mamá, a unas cuadras de la escena del delito.

Cuando llegaron ella les entregó una chaqueta manchada de sangre. Les dijo a los policiales que su hijo también le dejó las llaves de la moto, salió de la casa y abordó un taxi, marchándose con rumbo desconocido y sin dar explicación de lo sucedido.

Los vecinos, entre ellos dos auxiliares de enfermería, socorrieron a las víctimas y las trasladaron al Hospital de Caldas, donde recibieron atención médica. A los tres les dieron una incapacidad de 15 días.

Ante la contundencia del relato, el defensor solicitó un receso de cinco minutos para hablar con su cliente. En esa conversación al parecer ultimaron los detalles para que Taborda, quien ha laborado como vigilante y en obras de construcción, aceptara la imputación por violencia intrafamiliar agravada. La otra opción era negarlo y someterse a un juicio oral, al cabo del cual enfrentaría una pena hasta de 14 años de prisión.

A la cárcel

La defensa estaba preparada para solicitar que a Eulices Taborda le dictaran una medida de reclusión domiciliaria. Sacó a relucir argumentos diferentes, uno de ellos fue que al hombre también lo habían lesionado. Por otro lado, comentó que en las charlas con su cliente él le había dicho que a su compañera la estaban induciendo a la prostitución.

Sin embargo, la Fiscalía demostró que el agresor era un peligro para las víctimas. Luego de las heridas que les causó el pasado 23 de octubre siguió al acecho. Vigilaba constantemente la casa desde una esquina y hace una semana hirió de nuevo a Eliécer Ospina.

Por otro lado, el investigador demostró que debido a los hostigamientos, Yenny Paola Rendón dejó de enviar al colegio a una hija de seis años. Se vio obligada a cancelarle la matrícula.

Por estas razones la juez de garantías determinó que el victimario fuera llevado a la cárcel de varones de Manizales, donde espera que se fije la fecha para la lectura de sentencia.

El dato

14 heridas le infligió Eulices Taborda Barreneche a sus tres víctimas el pasado 23 de octubre. Por ello deberá pagar una pena mínima de tres años.