Querido e inolvidable hijo, te fuiste en el momento que menos imaginábamos.
Te fuiste para no causarnos más dolor, tu partida nos dejó un sabor amargo.
Te fuiste silenciosamente para reunirte con el Todopoderoso y estar al lado de tu padre y tus hermanos.
Te fuiste dejando una madre sumida en el dolor y a unos hermanos que sufren tu ausencia
Te fuiste en un jardín de flores como tanto te gustaban.
Soportaste con paciencia y esperanza... tu enfermedad.
Hasta el último momento invocaste a Dios y a María Santísima.
Hasta el último día de tu partida, estuviste enamorado de la iglesia católica, donde naciste, creciste y moriste.
Tus ángeles te cantarán lindas canciones.
Agradezco sinceramente a todos los familiares, amigos, vecinos y allegados por sus sentimientos de cariño y apreció en estos momentos difíciles.
Descansa en paz hijo mio
CARLINA FRANCO DE GONZÁLEZ