El fallecimiento de Don José, a la edad de 96 años, acaecido el pasado 3 de marzo, dio fin a la dinastía de 14 hijos de don Marco Gómez Botero y doña Elena Arrubla de Gómez. Este acontecimiento enluta a la sociedad manizaleña que siempre lo miró con ojos de grandeza, junto a sus tres últimos hermanos, Eduardo, Alberto y Daniel, quienes permanecieron hasta el fin de sus días en la ciudad de sus sueños y angustias, como muestra de cariño, apego, emprendimiento y civismo, convencidos que su obligación era dar empleo y hacer crecer la tierra de sus afectos, con el fin de enseñarles y transmitirles a los suyos el arte de vivir y convivir, donde todos somos amigos y sobre todas las cosas, compartiendo el trabajo digno, disciplinado y honesto, con el sagrado compromiso de la palabra.
Para Don José la puntualidad marcó siempre la diferencia entre la persona útil e inútil. Por eso la exactitud fue una de sus virtudes. Nunca faltó a su misa, como el mejor de los creyentes, y vivió siempre las obras de misericordia ante los más necesitados, con el lema "que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha".
Su mayor satisfacción fue compartir con sus nietos, quienes lo llamaban cariñosamente 'Felipito'. Verlo en su compañía era un recreo, se transformaba en el más cariñoso de los niños, los entretenía por horas, sin esquivar cuidados y ternura, organizaba paseos y fiestas con el único fin de gozar y verlos gozar, momentos de vida para la vida.
Fue él, en compañía del gobernador, general Sierra Ochoa, quienes más influyeron en la construcción del aeropuerto La Nubia. Por eso fue el primer alumno de aviación de la escuela Aeroclub, donde adquirió la habilidad para pilotear y dedicar sus ratos libres a su entretenimiento por los aires.
Manizales pierde al empresario, al amigo, al hombre pujante que dio ejemplo de señor de los negocios.
Estuvo casado con Susana Ochoa de Gómez, (fallecida 1995) quien además de su belleza física, sobresalió por ser la mujer caritativa, generosa y detallista. Siempre pendiente de los demás como la mujer del evangelio.
Gloria Gómez Ochoa e hijas; Fabio Gómez Ochoa, Clara Luz Arbeláez de Gómez e hijos, y Humberto Botero Hoyos, María Victoria Gómez de Botero e hijas, quienes perdieron al padre, al abuelo, al bisabuelo y al tatarabuelo, nuestro fuerte y cariñoso abrazo de pesar, extensivo para sus demás demás familiares y amigos, con la seguridad que la huella de Don José perdurará en la memoria de todos.
Olga Rivas de Echeverri
Foto | Cortesía | LA PATRIA
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015