B. Eugenia Giraldo T.
LA PATRIA | MANIZALES
En el Sifón
A tres kilómetros del Volcán Nevado del Ruiz, sector conocido como el Sifón, habita Maribel Ramírez en la vereda Aguascalientes, que pertenece al municipio de Casabianca (Tolima).
Su casa es punto de encuentro. Allí arriban los vecinos a dejar las cantinas de leche, que recoge a diario don Rogelio Rojas, quien las transporta hasta Manizales.
Mientras descargan las mulas, don Rogelio entrega los pedidos, entre ellos medicamentos. “Es más fácil encargar la droga que ir por ella, sale más caro”, dice Maribel, la dueña de casa. “Esa negra es la que más pide remedios”, agrega el conductor.
Comenta Maribel que hace pocas semanas estuvo enferma. “Estaba reteniendo líquidos y no me podía ni levantar, gracias a Dios fui al médico y ya estoy mejor”.
José Alexánder Buitrago, esposo de Maribel, dice que lo más cerca para el Tolima es ir a Murillo, que queda a dos horas en carro, “pero para abajo eso es feo (carretera), más cerquita sería un puesto de salud en Letras, que está a una hora”, manifiesta.
“Aquí no mandan a nadie ni enfermero, ni inspector de higiene, ni siquiera vienen a vacunar. El que si ha venido es el alcalde de Casabianca”, comenta Maribel.
Nicolás Tovar, quien vive a 10 minutos del Sifón, coincide con los demás. “En caso de una urgencia, lo más cercano que tenemos es Manizales”.
Leonel Ortíz vive en la vereda Las Damas (Tolima). Cuenta que en una emergencia acuden a la base militar del Gualí donde hay un enfermero. “En caso de que el enfermo no se pueda mover, los llamamos y el enfermero viene. Sería muy bueno que hubiera un puesto de salud más cerca, bien sea por la escuela Aspar o en Letras”.
Siempre voy a Manizales y más cuando es un caso de urgencia. En los ocho meses que llevo viviendo en esta finca nadie de la Secretaría de Salud de Herveo nos ha visitado. Cuando vivía en Gulicito la situación era la misma.
El nieto de don Rodrigo Rosso, habitante del sector de Laguna Negra, jurisdicción de Villamaría, sufrió una hemorragia nasal la semana pasada. Como no le estancaba la sangre, sus abuelos lo trasladaron al centro de salud más cercano, la Clínica San Marcel, en Manizales. Era la medianoche.
“Arrancamos para Manizales, que está a 45 minutos. Gracias a Dios tengo carro, pero la gente que no, le toca pagar por lo menos $50 mil pesos, solo por la ida. Sería muy bueno que pensaran en nosotros y nos apoyaran con un centro de salud más cercano”.
Luis Alberto Rincón, de la finca La Sierra, se lamenta como todos los demás por no tener un puesto de salud cercano. “Si estamos enfermos vamos a Manizales, es lo más cerquita que tenemos. Hay gente que le toca pagar entre $60 mil y $70 mil para acudir por una urgencia, qué más podemos hacer”.
Julio César de la Rosa, comerciante en Letras, comenta que hace tiempo funcionó un centro de salud en esa zona, que depende de Herveo (Tolima). Pero dice que por la posición geográfica y por el número de habitantes lo cerraron. “Antes vivían en este lugar más o menos mil personas, ahora creo que somos 300. El problema mayor es que si a caso una vez al año vienen a una jornada de salud. Nos dicen que no hay presupuesto para nada”.
Hace ocho días la enfermera Ana Lucía Muñoz, del puesto de Salud de la vereda Gallinazo, jurisdicción de Villamaría, visitó a los habitantes de la vereda La Laguna y el martes acudió a la vereda Romerales.
Comenta que una vez al mes acude a la zona para citas de Atención Primaria en Salud. “Acudo acompañada por el técnico de saneamiento a visitar a las familias, a las madres gestantes y a los niños, para las vacunas”.
Comenta que en estas visitas también ofrece atención a los habitantes que pertenecen por zona geográfica al Tolima. “Si encuentro niños sin vacunar, lo hago”. Agrega que de acuerdo con las fichas de caracterización son 25 familias, algunas de Herveo.
* Mónica Liliana Díaz Henao, gerente del Hospital San Antonio de Villamaría
Los puestos de salud se distribuyeron de acuerdo con el número de habitantes que se deben atender. Lo que hacemos en estas zonas son actividades de consulta externa de la mano con el municipio. La mayoría están afiliados al Régimen Contributivo y con el Hospital solo contratan lo que son urgencias vitales, lo demás lo hacen a través de su EPS.
* Sandra Torres, secretaria de Salud del Tolima
Los puestos de salud es responsabilidad de cada municipio y si la comunidad no ha expresado su inconformidad es difícil que los alcaldes conozcan la situación. Lo que se puede hacer es hablar con la gerente del Hospital de Murillo para conocer cuál es el cronograma de sus jornadas extramurales y si están llegando hasta esa población.
Hay que ver la reestructuración que hicieron de los puestos de salud, si está habilitado o toca empezar de cero y contar con los alcaldes, y saber qué recurso hay y el uso que le da la comunidad. También hay que revisar el número de quejas por municipio y si a ellos les queda más fácil acudir a Manizales que bajar a Murillo o a Herveo para que los atiendan.
* Aldo Beltrán, director de Emergencias del Tolima
Con respecto al Volcán, hay unos planes regionales entre Quindío, Caldas y Tolima para la atención a la población que si está más cerca a Manizales, entonces acuden allí. Lo que sí hay es dificultades porque el Estado no puede hacer inversiones en zonas de alto riesgo, porque no lo permite la norma, pero sí deben acudir a jornadas de salud, que son responsabilidad de cada municipio. Nos preocupa que cuando vamos a jornadas la gente no acude y sería lo mismo, si hay un centro de salud, con médico o enfermera. La otra dificultad es que cuando llevan brigadas no pueden atender a toda la población como se pretende, porque las EPS no reconocen este tipo de atención. La ley nos dice que debemos ir a la comunidad y es lo que se está coordinando con la red.
Carlos Humberto Orozco, exsecretario de Salud de Manizales, indica que en esta zona tiene injerencia Tolima y Caldas. Comenta que el antiguo puesto de salud que funcionó en El Desquite era de Marulanda y que Manizales trató de neutralizar esas dificultades y por eso hay una unidad móvil que sube periódicamente.
Agrega que a través de un convenio interadministrativo, un municipio puede atender a la población vecina y hacer el cobro respectivo. “Hubo un convenio y hasta se habló con el alcalde de Marulanda, pero por dificultades con Assbasalud, dijo que no había necesidad, no se firmó en su momento”.
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Sobre el perfil epidemiológico de la zona, el médico Carlos Humberto Orozco expresa que habitualmente son personas muy sanas, pero sí se encuentran enfermedades típicas del adulto como la hipertensión y todas las cardiovasculares. Agrega, que como hay una población flotante joven, hay gestantes y niños con problemas nutricionales y de atención de salud oral. “No hay violencia ni traumas, pero sí enfermedades asociadas a la labor del campo”.
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