Un beso representa beneficios para la salud

LA PATRIA | El Colombiano

Dejar de besarnos... ¡jamás! ¡A quién se le podría ocurrir! Es que además de ser una muestra de amor, de afecto, de adiós o de bienvenida, el beso representa beneficios para la salud.

¿Cuáles? Libera adrenalina y noradrenalina en el torrente sanguíneo, lo que provoca cambios en la acción cardiovascular, aumenta el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre. Un beso puede quemar de dos a tres calorías por minuto. La endorfina liberada puede ser más potente a la acción de la morfina, lo que contribuye a nivelar el estrés y dar la sensación de bienestar.

Entre otros beneficios, algunos hablan del aumento de los niveles de autoestima, la tonificación de los músculos faciales, la liberación del anestésico contenido en la saliva, menores niveles de colesterol en el sistema cardiovascular y el mejoramiento de las funciones metabólicas.

¿Busca más razones del por qué besarnos? Tal vez no sea necesario, pero si lo que le preocupa es aquello de las bacterias... tranquilo, con ellas no hay nada grave, usted simplemente disfrute. Eso sí, asegúrese de que a quien vaya a besar no tenga herpes o fuegos, como se les conoce popularmente.

Respecto al beso, el internista Jorge Mario Villa da un parte de tranquilidad: “al besar no se puede hablar de transmisión de bacterias, más bien de compartirlas. Transmisión es cuando un germen infeccioso entra en el cuerpo de otro. Por un beso no se transmiten bacterias a no ser que uno de los dos tenga una enfermedad oral infecciosa como herpes, de resto no, porque el ser humano que uno está besando tiene las mismas bacterias que uno, entonces lo que hay es un intercambio de saliva bacteriano”.

¿Para qué las bacterias?
Así como están en todas partes del cuerpo, las de la boca cumplen funciones específicas: sirven de protección para evitar infecciones orales, pues compiten con los agentes infecciosos, otras bacterias y hongos que entran en la boca.

Actúan también en el procesamiento alimentario. Por ser el sitio donde se da la masticación, con las enzimas salivares más las bacterias orales se hace la fermentación del alimento. Otra de sus funciones es la protección de la dentadura, de no ser ellas se perderían rápidamente las piezas dentales.

“El ser humano es el segundo animal sobre la tierra con más bacterias en la boca. El primero es el dragón de komodo, un lagarto que tiene más de 500 mil bacterias en su boca, caza animales grandes y la forma de hacerlo es a través de las mordeduras. Muerde a su presa, espera a que le dé una infección sistémica, se muera y ahí se la come”, agrega Villa.

Si hablamos de mordiscos, los de los seres humanos podrían resultar más peligrosos que los de un perro por ejemplo, dado el alto número de bacterias que albergamos en la cavidad oral que podrían transmitirse a la piel y al tejido celular subcutáneo dependiendo de la profundidad del mordisco.

En caso contrario no resultaría tan peligroso, pues asegura Villa que los perros tienen alto contenido de inmunoglobulina en su saliva, “reconocida porque ayuda a cicatrizar y a mantener las úlceras sin bacterias. Los perros tienen menos bacterias en la boca que los seres humanos; de hecho lamiéndose ellos mismos curan sus heridas”, dice.

Así las cosas, no les tema a los besos de su pareja, más bien húyales cuando se le antoje pegarle un mordisco.

Las baterias se triplican

A esa conclusión llegaron investigadores de la Organización para la Investigación Científica Aplicada (TNO), de Holanda. En el estudio señalan que las propiedades de las bacterias en la saliva cambian rápidamente en respuesta a un beso y las de la lengua permanecen más estables. “Este tipo de investigaciones pueden ayudar a diseñar futuras terapias y a personas con problemas bacterianos”, indica el estudio.