EFE | LA PATRIA | Manizales
Nathan Copeland, quien quedó cuadripléjico hace 12 años en un accidente de tráfico, recuperó el tacto gracias a un implante cerebral con el que controla un brazo robótico, un importante avance que se publicó en la revista especializada Science Translational Medicine.
El joven, que en ese entonces se lesionó la médula espinal, ahora puede sentir sus dedos gracias a un grupo de científicos de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania) quienes desarrollaron el artefacto en la Universidad John Hopkins.
Sistema
El brazo robótico envía señales a las áreas del cerebro donde Copeland experimentaba las sensaciones del tacto. Antes de la cirugía, los científicos usaron técnicas de imagen médica para identificar las regiones exactas del cerebro que correspondían a las sensaciones en cada uno de sus dedos y palmas de las manos.
"El resultado más importante de este estudio es que la microestimulación de la corteza sensorial puede provocar una sensación natural en lugar de cosquilleo", explica Andrew Schwartz, coautor de la investigación que le dará un giro a la vida del paciente.
Según Schwartz, la estimulación es segura y las sensaciones evocadas son estables por meses. Dice que se necesita aún mucha investigación para entender mejor los patrones de estimulación para que se hagan mejores movimientos.
Copeland está feliz con el implante: "Puedo sentir cada dedo, es realmente una sensación rara. A veces se siente eléctrico y a veces es presión, pero la mayoría de las veces puedo notar mis dedos con precisión".
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