"Tocarme y sentir los senos más duros de lo normal y tener la piel tensionada, esos fueron los primeros síntomas", cuenta Rosa, de 65 años, quien padeció hace 10 años un cáncer de seno. Ella clama porque las mujeres no ignoren las señales.
Luego de sentir las mamas "como una piedra", visitó al ginecólogo; sin embargo, el especialista no le prestó mucha atención y se tranquilizó. Cinco años después la molestia regresó. "Me invitaron a clases de yoga y en una posición boca abajo empecé a sentir que el seno izquierdo se me iba a explotar, ahí comenzó la tragedia", sostiene.
Tras varios exámenes y biopsias le detectaron cáncer. El proceso entre radioterapias y quimioterapias duró un año. "Fue una etapa muy dura porque uno empieza a ver cambios físicos muy drásticos. La caída del pelo, debilidad y mareos, eran el pan de cada día", sostiene la mujer de cabello aún corto, quien agrega que su cáncer se había diseminado por toda la mama y debieron extirparla.
"Las mujeres creen que no les pasa, pero sí, es una enfermedad real y muy dolorosa", concluye la señora.
Ser diagnosticada con cáncer de mama resulta ser una experiencia que muchas mujeres perciben como devastadora, pues representa un cambio inesperado no solo de sus planes, sino cómo se relacionan con los demás y de cómo se ven a sí mismas.
Miedo, intranquilidad, incertidumbre sobre el futuro, preocupación por la salud y sensación de que se está perdiendo control sobre la vida, son comunes entre aquellas a las que se les ha identificado este condición. Pero es importante saber que un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado son fundamentales para ganar la batalla.
Doris Villegas no contó con la misma suerte. "A ella le empezó a salir una especie de barro ciego en el seno izquierdo, pero no le puso cuidado. Pasaron los días y esa bolita empezó a crecer. La excusa de ella era que no tenía tiempo ni plata para ir al médico", cuenta Natalia Jiménez, su sobrina, quien vivió de cerca la enfermedad de su tía.
Doris tenía 30 años cuando se enteró del cáncer. Su primer síntoma fue un dolor intenso de espalda, que ella asociaba a su labor como vendedora.
Tiempo después en la empresa hicieron una jornada de salud y el médico vio en Doris una señal anormal. La bola que tenía estaba muy grande y la remitió al especialista.
"Le detectaron cáncer de seno avanzado y tuvieron que hacerle mastectomía muy rápido", cuenta Natalia, quien sostiene que al año se dieron cuenta había hecho metástasis en la mama derecha.
"Mi tía duró cinco años muy enferma y murió a causa de todos los males que se derivaron del cáncer. Ella lo pudo evitar, esta enfermedad fue descuido por no atender a las alarmas que el cuerpo le dio desde el principio", concluye Natalia.
El cáncer de mama es el cáncer más común en mujeres de todo el mundo, en países desarrollados y en desarrollo. La Organización Mundial de la Salud calcula que más de medio millón de mujeres murieron en el 2011 a causa de este mal y en los países menos desarrollados ocurrió más de la mitad de muertes.
Los signos y síntomas van desde los más conocidos, incluyendo el dolor, un bulto palpable o tejido engrosado, hasta la secreción del pezón, cambio en la forma o tamaño de los senos, cambios en el aspecto del pezón, hoyuelos en la piel de la mama o una erupción en o alrededor del pezón.
Las medidas preventivas incluyen: conocer sus factores de riesgo, la realización de autoexámenes mensuales, someterse a evaluación de acuerdo a las recomendaciones de su médico y el cuidado general de la salud incluyendo la dieta y el ejercicio. Usted puede identificar si tiene tejido mamario denso a través de una mamografía y conversaciones con un médico.
La mamografía tiene una visibilidad realmente limitada en la detección de cáncer en mujeres con tejido mamario denso, los métodos de adicionales, como la ecografía, también pueden mejorar la probabilidad de detectar el cáncer.
Aunque no se sabe cuál es la causa, sí se han asociado algunos factores que pueden aumentar el riesgo:
* Historia familiar de cáncer de mama.
* Inicio del periodo menstrual antes de los 12 años.
* Entrada de la menopausia a una edad tardía.
* Maternidad después de los 30 años.
* No haber tenido hijos y nunca haber lactado.
* Obesidad.
* Sedentarismo.
* Consumo abusivo de alcohol, entre otros.
1. Detección temprana. Cada mujer puede hacerse el autoexamen cada mes, unos 5 a 8 días después del inicio del periodo menstrual.
2. Durante el tratamiento es necesario mantener una buena alimentación, balanceada y rica en frutas, verduras y cereales; consumir varios líquidos durante el día como jugos o aromáticas y consumir productos lácteos para el aporte de calcio siempre y cuando no generen diarrea.
3. Evitar el consumo de café, alcohol, cigarrillo y reducir las grasas en las comidas.
4. La actividad física le ayudará a disminuir la ansiedad y la depresión, fortalecerá sus músculos y reducirá el cansancio.
5. Exprese sus sentimientos. Hable con su familia o personas con quienes tenga confianza, sobre sus temores. No se encierre en sí misma.
6. Si es posible, hable con pacientes que ya hayan pasado por ese tratamiento y pregúnteles cómo han superado esta situación.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo, y está aumentando especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas. Lo mismo sucede en Colombia, el 85% de las personas son diagnosticadas en un estado avanzado y en donde las posibilidades de curación disminuyen notoriamente.
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