Pacientes epilépticos llevan una vida normal

Vanessa Sánchez

Manizales | LA PATRIA

"La primera convulsión que tuve fue a los 12 años, inicialmente me dijeron que las personas podían convulsionar una vez en toda su vida, por esto no me medicaron inmediatamente. Tres meses después del primer episodio sufrí otro ataque y fue ahí que me diagnosticaron epilepsia mioclónica juvenil, que consiste movimientos involuntarios en las extremidades", apunta Mariana, quien desde hace nueve años padece de esta enfermedad.

La joven, de 21 años, dice que su diagnóstico se debe a antecedentes familiares, pues algunos tíos y bisabuelos tuvieron enfermedades neurológicas como esquizofrenia.

"Inicialmente fue muy difícil, me preguntaba qué era lo que había hecho para sufrir de eso. Mis episodios son repentinos y nunca dan aviso. Cuando despierto tengo mucha debilidad, migrañas, mareos, nauseas y en muchas ocasiones ni siquiera soy capaz de mantenerme en pie. Sin embargo, desde hace cuatro años no volví a convulsionar", concluye.

La epilepsia es un desorden del sistema nervioso central que se manifiesta con más de una convulsión de manera repetida. Estos ataques ocurren cuando existe una actividad eléctrica desorganizada de las células del cerebro. Los músculos se contraen y relajan rápidamente, y la persona que las sufre no puede controlar estos movimientos puesto que pierde la conciencia.

Los ataques epilépticos pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares hasta convulsiones prolongadas y graves. Su frecuencia también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día.

Daniel Nariño, neurólogo y coordinador del Comité de Epilepsia de la Asociación Colombiana de Neurología, asegura que a pesar de que es una enfermedad que puede padecer cualquier persona, hay una tendencia muy baja a presentarse en mujeres que enfrentan sus primeros 20 años de vida. "Aquí influyen el desarrollo, los cambios hormonales y el manejo que se les de", apunta el médico.

Causas

Estas normalmente están asociadas con enfermedades neurológicas, y aunque una persona sana que no tenga antecedentes familiares, si recibe un golpe muy fuerte en la cabeza por una caída o un accidente, puede sufrirlas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay aproximadamente 50 millones de personas con epilepsia.

"Este trastorno tiene muchas razones. En los niños, por ejemplo, sucede porque durante su nacimiento, al cerebro le falta oxigenación y se producen lesiones. Asimismo, en la adultez se puede presentar por meningitis, abscesos cerebrales, tumores, malformaciones y traumas craneoencefálicos. En la vejez se debe al alzheimer y a la demencia básicamente", explica el especialista.

Vida normal

Los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación, debido a que las convulsiones que las personas experimentan los denotan ante la sociedad como personas poseídas o embrujadas. No obstante, según Nariño, la epilepsia se puede controlar de por vida con la medicación correspondiente. Se calcula que el 70% de pacientes llevan una vida normal.

"Fue bastante difícil acostumbrarme a tomar con disciplina la medicación, pero con el tiempo lo acepté y llevo una vida como la de cualquier persona. Aunque puedo quedar en embarazo, no quiero ser madre, porque mi cuerpo recibe todos los días medicación que de alguna manera afectarían al bebé", puntualiza Mariana.

La epilepsia se ubica entre las cinco enfermedades neurológicas más comunes, es decir, cualquier persona la puede padecer y desde que se lleve un tratamiento adecuado pueden trabajar, estudiar, tener pareja o quedar en embarazo, desde que consulten con el especialista sobre los riesgos y beneficios de ser gestante y no suspenda nunca los medicamentos.

No obstante, quienes padecen de ataques pueden padecer trastornos anexos como ansiedad o depresión, o tener problemas físicos como fracturas y hematomas por las caídas involuntarias cuando convulsionan.

Tratamiento

El especialista en neurología asegura que la epilepsia no tiene cura, pero dependiendo de la causa se puede tratar con medicación anticonvulsivante que previene el 99.9% de los ataques.

"Los pacientes deben tomar de por vida los medicamentos, todos los días y ojalá a la misma hora. El descontrol de los electrolitos o una glicemia también pueden desencadenar los episodios", apunta Nariño.

En cuanto al estilo de vida que deben llevar, se trata de una dieta saludable, rica en frutas y verduras, actividad física tres veces por semana, evitar bebidas alcohólicas y cigarrillo, pero lo más importante es dormir ocho horas diarias, para que la actividad cerebral permanezca equilibrada.

Tipos de epilepsia

Es importante clasificar correctamente una crisis para el diagnóstico y tratamiento adecuado.

* Crisis epilépticas generalizadas: son aquellas en las que las manifestaciones clínicas indican afectación inicial simultánea de ambos hemisferios cerebrales.

* Epilepsia ausencia: se caracteriza por episodios de desconexión entre 5 a 20 segundos de duración, que se presentan sobre todo en niños. Es habitual que queden inmóviles, con la vista fija, inconscientes y no reactivos a estímulos.

* Crisis tónico-clónicas: el individuo afectado cae inconsciente al suelo, se pone rígido. Después de un período de hasta 30 segundos aparecen convulsiones de todo el cuerpo, los labios se ponen azules, elimina saliva por la boca, su duración total es de 1 a 5 minutos y luego queda en un estado de sueño profundo. Pueden morderse la lengua y haber relajación de esfínteres.