Más apoyo, piden venezolanos en Chinchiná

B. Eugenia Giraldo y Julián García

LA PATRIA | CHINCHINÁ

250 migrantes venezolanos residentes en Chinchiná atendieron la invitación de la Fundación sin Fronteras el jueves pasado en el Coliseo Verdún.

Su propósito era conocer quiénes tienen el Permiso Especial de Permanencia (PEP) o están trabajando, quiénes están afiliados al Sisbén, si los menores están estudiando y de paso saber qué problemas de salud los aquejan.

Durante la reunión aplicaron la vacuna contra la fiebre amarilla y repartieron ropa, víveres y juguetes.

Liliana Gutiérrez asistió al evento y contó que en su país vendía empanadas. "Llegué a Chinchiná hace siete meses y era recolectora de café, pero como me enfermé, ahora trabajo en un asadero de pollos".

Censos

Este es el segundo censo de venezolanos en un mes. La Fundación Ancove hizo el primero en una casa de la Calle 10 de Chinchiná, donde llegaron unas 300 personas.

Esneda Villa, de 68 años, llegó con tres de sus nietos hace un mes a Chinchiná, procedente de Guadualito, estado Apure (Venezuela). Habita en un cuarto en el barrio La Frontera, que comparte con otras tres personas, sin contar sus nietos.

“Estamos sin trabajo, sin salud, la situación es dura. A Maicol, unos de mis tres nietos, ya lo recibieron en el Jardín. Los demás deben esperar", contó.

No cuadran

Anahy Breisse, vicepresidenta de Sin Fronteras, sostuvo que lo que buscan con estos encuentros es que las autoridades gubernamentales los escuchen. "Trajimos ropa, medicamentos y algo de comida. En Manizales hacemos un censo similar cada tres meses. No queremos un problema, sino soluciones”, dijo.

Germán Montoya, coordinador de la Fundación Sin Fronteras, sostuvo que el censo de venezolanos en Chinchiná asciende a unas 500 personas, pero advirtió que la Alcaldía no acepta esa cifra. Asegura que solo hay 50, que son los que tienen en el PEP.

"Los datos son dispares. Sabemos qué personas hay en el municipio con condiciones de salud críticas, con una situación económica y de empleo alarmante".

Apuntó que unos residen en un sector conocido como La Chatarrera y que se sostienen con salarios mínimos (10 mil o 12 mil pesos al día), condición que se replica en unas veredas donde hay hacinamiento.

Ante esta situación, Montoya se quejó porque la Gobernación tampoco ha brindado apoyo, y cita las secretarías de Salud y Educación.

"Como Fundación no tenemos suficientes recursos, por eso necesitamos apoyo para emprender proyectos productivos que ayuden a sortear esta desbandada", concluyó.

No están desatendidos

Gerson Bermont Galavis, director de la Territorial de Salud de Caldas.

"Las prioridades de Colombia son similares para los migrantes. A los niños los vacunamos, a las gestantes se les hacen los controles y se les atiende el parto, lo mismo sucede con los que llegan por Urgencias, como sucedió en Supía el domingo con uno que se fracturó las piernas y lo operaron en el Hospital Santa Sofía. Caldas cumple con lo que estableció el sistema de salud. Hago un llamado para que se acerquen a los censos y normalicen el PEP".

Marcelo Gutiérez Guarín, secretario de Educación de Caldas

"La inscripción de los niños en las instituciones educativas es una prioridad. Lo que deben hacer los padres de familia es legalizar su situación migratoria (PEP). Para acceder al sistema educativo, no se les exigen certificados de estudios, porque los rectores y directivos docentes son los que les hacen un examen para convalidar en qué grado deben quedar".

Acceso al sistema

La población que tenga el Permiso Especial de Permanencia cuenta con tres mecanismos para acceder al sistema de salud:

1. Como cotizante del régimen contributivo (empleado)

2. Como trabajador independiente

3. Las personas que no tienen recursos para cotizar solicitan acceso al Sisbén.

Jornada de salud

Este domingo a partir de las 8:00 de la mañana habrá una jornada de salud en el Parque de la Mujer en Manizales.

* Nancy Márquez

Era carnicera y aquí estoy desempleada. El problema es que siempre piden el Permiso Especial de Permanencia (PEP).

* Ángel Moreno

Llevo dos meses trabajando en fincas, eso es difícil. Ahora estoy sin qué hacer.

--P

María Nancy le dio al pequeño Maicol, de 6 años, arepa y torta de desayuno. No había más que repartir.