Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES

Los dulces para los niños son como la miel para las abejas. Es tanta la atracción que no tienen límite cuando de saborearlos se trata. Chocolatinas, galletas, confites... no importa la presentación o la cantidad, todos llegan a la boca y son devorados en un instante.

Según lo explica la nutricionista Elizabet Ortiz, los dulces son los alimentos favoritos de los niños, pero cuanto más tarde en incluir el dulce a la dieta, más fácil será controlar su ingesta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomienda que el consumo de azúcar simple corresponda al 10% de las calorías, no más de siete cucharaditas de azúcar al día. ¿La razón? Los altos índices glucémicos en el cuerpo desencadenan entre otras enfermedades, alteraciones cardiovasculares, insuficiencia renal y caries.

"El cuerpo lo requiere para darle combustible al cerebro y a los músculos", asegura Ortiz. Agrega que a través de la historia, el ser humano se ha deleitado con sensaciones agradables al paladar como los dulces, asociados a sus primeros recuerdos vitales, entre ellos la leche materna (rica en lactosa, un azúcar de importante poder endulzante).

Para grandes

El asunto es que el gusto por lo dulce no solo es cosa de niños. Los adultos también son presa fácil de este encanto gastronómico.

“Dulce no implica hipercalórico. Las bondades de la nueva nutrición es que existen múltiples alimentos deliciosos de sabor dulce que no tienen muchas calorías”, afirma Grace Fajardo, nutricionista de Medifast. Esto tal vez tranquiliza a los consumidores de dulces y hace posible su goce sin remordimiento.

¿Entonces, cómo hacer para disfrutar de estos provocativos sabores sin romper la dieta? La nutricionista Fajardo, responde que hay brownies, pancakes, barras de chocolates, pudines, helados y pasabocas dulces que aportan pocas calorías, porque hay más equilibrio en sus ingredientes.

Es importante recordar que los carbohidratos, entre ellos el azúcar, pueden estar presentes en una dieta balanceada. Lo esencial es mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física de forma regular para tener una vida saludable todo el año.

La misión es sencilla: Que este 31 de octubre sea un día dulce para niños y adultos, pero sin excederse.

Mito y realidad

A pesar de la gran variedad de edulcorantes que existen en el mercado, el azúcar natural es el único ingrediente que ha estado presente en el consumo humano durante más de 2.000 años.

1. Causa obesidad: Se sabe que ningún alimento por sí mismo es el responsable del incremento de peso, sino de otros factores como la falta de actividad física, los excesos de alimentos, las formas de preparación y el desbalance entre los alimentos, además de las características genéticas del individuo.

2. Causa hiperactividad en los niños: No hay una relación directa entre consumo de azúcar en niños e hiperactividad, aunque es una de las acusaciones más comunes. El azúcar eleva la glucosa en la sangre, lo que genera una excesiva liberación de insulina, la que actúa sobre la glucosa de la sangre, provocando que esta disminuya dramáticamente. A esta condición de contraste se le llama hipoglucemia reactiva, que nada tiene que ver con el cambio de comportamiento de los niños.

Dulces, pero no calóricos

Se puede armar una mesa dulce que deje a todos con la boca abierta y sin subir un gramo de peso.

1. Usar barras de cereales: Son una excelente opción porque además de dar ese toque dulce, aportan fibra.

2. Tortas bajas en azúcar y grasas: Hay versiones saludables cuyo ingrediente principal son algunas hortalizas, además aportan proteínas.

3. El brownie: Al igual que las tortas también hay mezclas saludables y bajas en grasa, incluso versiones veganas o vegetarianas.

Ojo con los dientes

En cuanto a la salud oral, la ingesta frecuente de dulces - que son carbohidratos - provoca la disminución del pH de la saliva que, al volverse ácida, favorece la multiplicación de las bacterias en la boca, las cuales forman más ácidos al metabolizar el azúcar. Este proceso conduce al desarrollo de caries dental.

“Son más nocivos los dulces pegajosos porque se adhieren a los dientes y duran más tiempo en la boca”, advierte la nutricionista Elizabet Ortiz. Por eso la recomendación es que hasta los 12 años sea un adulto quien le cepille los dientes para que esta limpieza se realice en forma correcta.

"Me duele el estómago": niños

Lo que recomienda el pediatra Carlos Alberto Montoya, es acudir al médico para una atención inmediata y así evitar una deshidratación.

* Diarrea osmótica porque no está preparado para una sobrecarga de dulces.

* Los niños con susceptibilidad a ser diabéticos podrían presentar la enfermedad por consumir una mayor dosis.

* Aumento en el nivel de azúcar en sangre o bajas de glicemia.

* Mareo, visión borrosa, tinitus.

* Vómito.

* Desmayos.

* Dolor de cabeza.

* Intoxicación.

* Cólicos.

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Entre 60 y 70 gramos es el requerimiento de dulce al día.

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Efecto del exceso de azúcar en el cuerpo

1. Trastornos ovulatorios

2. Abortos

3. Somnolencia diurna

4. Deterioro intelectual

5. Afectación neuronal

6. Hiperactividad

7. Disminución de la capacidad fecundante

8. Obesidad

9. Problemas cardiovasculares

10. Perjudica la cicatrización

11. Insuficiencia renal

12. Problemas de disfunción eréctil

13. Aumento del colesterol total y triglicéridos

14. Caries, gingivitis y que la saliva se vuelva ácida.

15. Hígado graso.

16. Dolores de cabeza, migrañas.

17. Incrementa el riesgo de padecer alzhéimer.

18. Problemas en la retina

Para comprar dulces

Aunque los bombones, chupetas y caramelos son productos de larga duración es bueno tener unos cuidados elementales para evitar inconvenientes de salud.

Germán Medina, gerente de Marketing de Americandy hace las siguientes recomendaciones:

1. No exponer las golosinas a ambientes contaminados.

2. Revisar las fechas de vencimiento.

3. No exponer los productos a la luz directa del sol, ya que esto hace que los dulces pierdan sus características de frescura y brillo.

4. Almacenar los dulces en lugares aireados y secos, ya que la humedad ataca el producto.

5. Revisar que los productos tengan la envoltura intacta.

6. Adquirir los dulces en lugares reconocidos que garanticen un adecuado almacenamiento y una correcta cadena de distribución.