Las lesiones que deja el fútbol

B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES

Nadie se escapa de las lesiones cuando practica algún deporte. Que lo digan en el Once Caldas, equipo que padece estos traumatismos, pues durante el trimestre ha tenido a 23 jugadores entre algodones y en este momento siete integrantes presentan alguna lesión.

En el caso del fútbol, que es una disciplina de conjunto, de choque, habilidad y estrategia, la mayoría de los grupos musculares y articulares están implicados, especialmente los muslos, rodillas y tobillos y dependiendo de la posición que tenga en el terreno de juego.

Para Antonio María Flórez, médico especialista en medicina del deporte, las causas son variadas y multicausales y hay que tener en cuenta desde el equipamiento (guayos, uniforme), la superficie de juego y las condiciones ambientales, lo mismo que las técnicas y sobrecargas tanto en el entrenamiento como en la competición. Agrega que además influyen la desadaptación competitiva, los desbalances musculares, la coordinación motora inadecuada, la escasa flexibilidad, sin dejar de lado los choques, frenadas o cambios de dirección bruscos del juego.

Un solo equipo
En cuanto a la preparación física de un equipo, Flórez manifiesta que tanto preparadores físicos como el cuerpo médico forman un solo grupo que debe dirigir el entrenador o el gabinete técnico. Sobre las funciones de cada uno manifiesta: “El cuerpo médico valora, previene y trata, especialmente si es conformado por especialistas en medicina del deporte y los preparadores físicos prescriben el ejercicio que debe hacer el deportista para llevarlo a su máximo rendimiento, según la etapa de su proceso y previa valoración de su condición física”.

Agrega que su labor no puede ser a ciegas ni autónoma. Tiene que estar coordinada con el entrenador y el equipo médico, no solo se refiere al galeno. “En la concepción más moderna, el preparador físico omnímodo y encumbrado ya no va más. Es todo un equipo”, concluye.

Lesiones

* Traumáticas: Por golpes directos en los músculos, desgarros (el músculo se rompe), esguinces (distensión o ruptura del ligamento), contusiones (edema y dolor) y fracturas (el hueso se rompe).
* Por sobreuso: Por movimientos repetitivos o sobrecarga muscular. Contracturas (contracciones sostenidas e involuntarias de los músculos), tendinitis en rodilla y tobillo (se inflama el tendón) y fatiga muscular y periostitis (inflamación de la capa superior del hueso).

Tipos
Muslos: sufren frecuentes lesiones como resultado de los cambios de velocidad y de los movimientos bruscos.
Tobillos: la planta del pie se flexiona hasta dañar los ligamentos de la parte exterior del tobillo.
Rodillas: Los impactos directos (por entradas o por golpes) o indirectos (giros, torceduras) pueden afectar a ligamentos (particularmente al ligamento cruzado anterior), tendones o cartílagos.
Manos: luxaciones de las falanges .
Cabeza: se dan por contusiones o golpes directos. Hay que tener en cuenta el nivel del golpe y estar atentos a las manifestaciones clínicas como desmayo, dolor, hemorragia.

Medidas preventivas
Karol Bibiana García, docente del programa de Fisioterapia de la universidad autónoma, explica las medidas para prevenir lesiones.
* Usar herramientas preventivas (vendajes, calzado adecuado).
* Cuando hay sobreuso se debe hacer un buen calentamiento, una óptima recuperación después de la competencia, aplicar trabajos preventivos de mantenimiento del sistema óseo-muscular, manejo de una postura adecuada y equilibrar las cargas de entrenamiento.

Rehabilitación
* Las patologías traumáticas tienen un proceso de cicatrización, por eso durante los tres primeros días de la lesión se debe aplicar hielo y hacer elevación, compresión y reposo, porque el tejido está inflamado. Al cuarto día se hacen ejercicios terapéuticos y físicos para readaptarse al campo de juego.
* Cuando es por sobreuso se aplica un terapia de descarga de todos los tejidos tensionados con ejercicios terapéuticos, medios físicos (corriente, calor, frío) y estiramientos.