B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
“Tenía las señales y aún así duré tres años sin tratamiento”, así comienza Patricia Gómez a narrar su historia. Un bulto en el seno la obligó muchas veces a consultar, pero los médicos insistían que era un ganglio, “nada de qué preocuparse”.
Una médica general se percató de que Patricia necesitaba atención urgente. Ella misma le consiguió la orden para un examen especializado y pocos días después se confirmó que tenía un cáncer de seno en etapa IIIB.
Su pronóstico era complejo, así se lo hizo saber un médico de la unidad oncológica del Hospital San Ignacio en Bogotá. Su férrea fe la llenó de fuerza, pero en momentos fue insuficiente cuando el sistema de salud le incumplía. “Tuve que acudir a instancias legales para acceder a los tratamientos y al implante mamario”.
Hoy, asegura que esta experiencia la ha fortalecido y dice que su misión es apoyar a otras pacientes para que luchen por su salud.
“Ojalá nuestro sistema de salud abra más caminos para que los pacientes con cáncer tengan menos obstáculos cuando sean diagnosticados”, puntualiza.
Un caso diferente es el de Claudia Camacho, profesional en filosofía y letras. “En el 2014 fui diagnosticada con cáncer de seno ductal infiltrante con metástasis en ganglios”, cuenta.
Para ese entonces tenía 45 años y dice que como un milagro de la vida tuvo atención médica desde el día en que gracias a una mamografía hubo sospechas de que tenía cáncer. Desde ese momento y hasta el inicio de la quimioterapia pasaron tres semanas.
“Nunca me pusieron obstáculos para aprobar cualquier requerimiento que tuve con la enfermedad. Además de la quimioterapia me hicieron mastectomía radical de seno derecho; soy una mujer muy afortunada”.
Estas dos historias con el mismo actor principal, el cáncer, tienen diferentes procesos. Según el Ministerio de Salud, en Colombia se reportan cada año al menos 2 mil 649 fallecimientos a causa del cáncer de seno.
“Este panorama poco alentador requiere una acción contundente”, señala Alejandra Toro, gerente de la organización Red de Apoyo Social de Antioquia (RASA), en Bogotá. “El cáncer no tiene por qué ser sinónimo de muerte en tiempos donde la ciencia avanza y existen opciones de detección oportuna”, agrega.
Por ejemplo, José Nornam Salazar, director del Centro Nacional de Derecho Médico, sostiene que desconoce estudios o reportes de cuántas tutelas se presentan para acceder a estos servicios; lo que sí ha notado en el último año es un incremento de tutelas en La Dorada para reclamar auxilio de transporte, porque las afiliadas al subsidiado deben desplazarse a Manizales para practicarse la mamografía.
De acuerdo con Alejandra, a quien le diagnosticaron hace 11 años cáncer de seno, la equidad en cáncer comienza con la oportunidad de llegar al diagnóstico de manera rápida, seguido del inicio del tratamiento de forma pertinente y concienzuda por el sistema de salud. “La falta de oportunidad que tiene la población para acceder a los medicamentos, tratamientos, imágenes diagnósticas y cirugías, es común en nuestro país y requiere con urgencia de un compromiso de todas las entidades”.
Aclara que la situación se torna más compleja cuando hay una etapa avanzada de la enfermedad, conocida como cáncer de Mama Metastásico (CMM). Este sucede cuando la patología se extiende más allá del seno a otras partes del cuerpo, como los huesos, pulmones, hígado o cerebro.
Según la Sociedad Americana de Cáncer, esta pacientes requieren de atención médica y acceso a tratamiento permanente, debido a que la enfermedad metastásica es al final la responsable del deterioro de los pacientes y la alta mortalidad.
En una encuesta realizada a 582 oncólogos, enfermeras y líderes de cáncer de mama realizada en 9 países, el 79% mencionó una mayor calidad de vida y mejor apoyo como la segunda de cinco prioridades para las pacientes con CMM, más allá de las necesidades de los tratamientos médicos.
“La pronta atención recibida en mi caso, entre el momento de conocer la noticia y el inicio del proceso quirúrgico y los tratamientos indicados, se realizó en tiempo récord. No considero que esto deba ser un privilegio de pocos, sino una obligación de la sociedad, para que cada mujer diagnosticada sea tratada con la rapidez que requiere”, concluye la directiva de RASA.
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RASA es una organización que trabaja por garantizar el acceso y atención oportuna a quienes son notificados con la presencia, a veces devastadora del cáncer en sus vidas.
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“La equidad del cáncer en Colombia comienza con un diagnóstico oportuno. Mi caso no debería ser la excepción, sino la regla”, Alejandra Toro, Fundación RASA.
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La Unión Latinoamericana contra el Cáncer de la Mujer (Ulaccam) de Pfizer y otros 20 grupos de pacientes se unieron para presentar una campaña informativa sobre el cáncer de mama metastásico (CMM).
A través de tres piezas: la guía Mi médico y yo, el folleto Temas de conversación con mi médico y el manual Yo y el cáncer de mama metastásico se aclaran las dudas de las pacientes con este tipo de dolencia. Además, ofrece sugerencias para enriquecer las consultas con sus médicos.
Con la difusión de los materiales se busca educar sobre la realidad que enfrentan estas pacientes.
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En Latinoamérica se diagnostican 150 mil nuevos casos de mujeres con cáncer de mama metastásico, de ellas al menos 40 mil, fallecen.
Cuando es diagnosticado en una etapa temprana, casi el 30% de las mujeres con cáncer de mama en fase inicial progresan a una enfermedad metastásica.
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Fotos | Cortesía | LA PATRIA
Alejandra Toro, directiva de la Fundación RASA.
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Patricia Gómez ganó la batalla, pese a los tropiezos del sistema de salud.
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Claudia Camacho, recibió atención inmediata.
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