Tome los medicamentos en la forma como el médico se los receta. Respete la hora de los productos descritos en la fórmula y la dosificación.

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Tome los medicamentos en la forma como el médico se los receta. Respete la hora de los productos descritos en la fórmula y la dosificación.

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LA PATRIA | Manizales*

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de bacterias que considera una amenaza para la salud humana por su creciente resistencia a los antibióticos, con la que hace un llamado al desarrollo de nuevos tratamientos contra ellas. La automedicación tiene influencia en el problema.

La lista es una actualización de la publicada en 2017. Con ella la OMS vuelve a alertar sobre el peligro que causa la creciente resistencia a los antimicrobianos (AMR) de determinados patógenos, algo que -según el organismo internacional- causa unos 1,27 millones de muertes anuales directas y contribuye a otros 4,19 millones de fallecimientos.

Peligrosidad

Las bacterias se clasificaron en tres categorías de prioridad (media, alta y crítica). En la última de ellas, la de mayor urgencia, la OMS situó a cuatro patógenos: Acinetobacter baumannii, Mycobacterium tuberculosis; y dos tipos de enterobacterias resistentes a los tratamientos con Carbapenem y Cefalosporina.

"Suponen grandes amenazas globales, debido a su gran impacto y a su habilidad a la hora de resistir tratamientos y transmitir esta resistencia a otras bacterias", destacó la OMS en un comunicado a la opinión pública.

Entre las bacterias de alta prioridad se encuentran la Salmonella y la Shigella, con una alta incidencia según la OMS en países en desarrollo. Y otras que a menudo producen infecciones en lugares donde se ofrecen servicios sanitarios, como la Pseudomonas aeruginosa o el Staphylococcus aureus.

Otras bacterias de la lista generan desafíos a los sistemas sanitarios, incluidas infecciones persistentes y resistencia múltiple a antibióticos, que requieren investigación e intervenciones de salud pública, destaca la OMS.

Problema creciente

"Desde 2017, la amenaza de la resistencia antimicrobiana se ha intensificado, erosionando la eficacia de numerosos antibióticos y poniendo en riesgo muchos avances de la medicina moderna", advirtió Yukiko Nakatani, responsable del departamento de lucha contra la AMR en la OMS.

La AMR se produce cuando bacterias, virus, hongos o parásitos dejan de responder a los fármacos, agravando enfermedades y aumentando el peligro de contagio, mortalidad y gravedad de determinadas enfermedades, un problema que -en parte- es causado por el abuso de antibióticos en muchos pacientes.

*Con información de EFE.

Alarmados

Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que durante la pandemia por la covid-19 hubo un excesivo uso de antibióticos para los pacientes hospitalizados con esta enfermedad, lo que pudo haber exacerbado esta resistencia a los antimicrobianos.

Aunque sólo un 8% de los pacientes hospitalizados con coronavirus tenía además infecciones bacterianas que requerían la administración de antibióticos, éstos medicamentos se recetaron en tres de cada cuatro pacientes (un 75 %).

Automedicarse, un error

El infectólogo y microbiólogo Jorge Iván Marín Uribe señaló, en una pasada entrevista, que la automedicación también podría interferir en esa resistencia antimicrobiana que desarrollaban las personas.

"La automedicación nunca será una buena estrategia, en cuanto al consumo de fármacos en general. Esto es importante, porque ningún medicamento es innocuo. Es decir, todos pueden producir daño. Así sea el más sencillo que uno quiera tomarse, como el acetaminofén, siempre hay efectos secundarios".

El docente universitario subrayó que cuando una persona accede a consumir un medicamento tras una sugerencia de una persona distinta al médico, está desconociendo los daños que se pueden ocasionar.

"Los efectos pueden ser desde leves hasta muy graves, como la muerte. Esto también pasa con los medicamentos homeopáticos", dijo el profesional; mientras refería que los analgésicos y los antibióticos eran los productos más frecuentes en la autoformulación.

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