Enfermeras del Hospital Geriátrico se niegan a trabajar si no les pagan

Vanessa Sánchez

LA PATRIA | Manizales

Victoria Eugenia Orozco le debe una vela a cada santo. Esta enfermera jefe del Hospital Geriátrico comenta que hace cuatro meses no recibe salario. Su preocupación aumenta al pensar en que los 115 adultos mayores que residen en el lugar no tendrían quién los atienda.

"El alcalde debe saber que si hoy no inyecta nuevos recursos, suspendemos los servicios. La crisis es total. Nos ha tocado venir a trabajar sin saber cómo conseguir pasaje y a esto se suma que otras les han cortado los servicios públicos", afirma la enfermera jefe, quien labora en la institución desde hace siete años.

Agrega que el personal es insuficiente. Hay cinco enfermeras, entre ellas una de planta y cuatro contratistas, más 40 auxiliares de enfermería, divididas en 21 de planta y 19 contratistas, a quienes este sábado se les termina el contrato.

"Tenemos ocho auxiliares incapacitadas para hacer fuerza por la sobrecarga del trabajo que han tenido y con las 11 restantes es imposible atender a 35 pacientes que necesitan ayuda constante para bañarse, vestirse y comer".

Estos planteamientos los presentaron ayer a Álvaro Enrique Agón, gerente del Hospital. "A partir del domingo no contaríamos con los contratistas que nos apoyan en estas funciones. Suscribir un contrato implica un pago de estampillas, seguridad social y pólizas que por persona equivale a $300 mil y se tiene que hacer hoy porque el fin de mes cae un domingo", puntualiza.

Agón resalta que los $180 millones que la Administración Municipal prometió girar el miércoles, no son recursos nuevos, sino dinero que les deben por servicios prestados en abril y mayo. Tampoco está de acuerdo con recibir el adelanto de recursos de junio y julio porque si paga las deudas actuales no tiene con qué responder los próximos meses.

Necesidad de traslado

Con este panorama, el gerente del Geriátrico ratifica que ha advertido en varias ocasiones a la Secretaria de Desarrollo Social y a la Administración Municipal la necesidad de reubicar a los 115 adultos mayores. Financieramente el Hospital tiene costos superiores al dinero que ingresa por el servicio social que presta a esta población.

Claudia Chica, secretaria de la oficina de Desarrollo Social, notifica que el Geriátrico tiene un convenio por ocho meses con la entidad, el cual finaliza en agosto y en razón a ello los abuelos deben permanecer hasta su terminación.

"El municipio seguirá dándoles el dinero para que puedan sostener y contratar el personal que requieren. La Secretaría no va a realizar ningún traslado de adultos mayores, ellos se quedan allí", concluye.

Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud, coincidió con Claudia Chica y aseguró que no hay argumentos válidos para suspender los servicios si se paga oportunamente el compromiso que se tiene con ellos. Manifiesta que desde ayer viajó a Bogotá a reunirse con el viceministro de Salud para buscar alternativas que saquen de la crisis al Geriátrico.

"Estoy de acuerdo con que debemos ser autosostenibles, pero las EPS no pagan oportunamente porque vendemos 400 millones y los costos fijos ascienden a $350 millones. Esto crea un hueco financiero mes a mes de $50 millones, por eso buscamos que nos inyecten alrededor de $700 millones para operar con sostenibilidad y a la espera del concepto de viabilidad de la Supersalud", comunica Álvaro Agón.

EL DATO
Norman Julio Muñoz, superintendente de Salud, dice que conoció el tema el miércoles y se reunirá hoy para hacer un análisis de la situación.

Contexto

En 1967 se creó el Hospital Geriátrico San Isidro, a partir del Asilo de Ancianos de Lourdes. En 1974 se inauguró. Luego de la aplicación de la Ley 10 de 1990, la entidad se consolidó como una ESE municipal de baja complejidad. Sin embargo, según explica Álvaro Agón, gerente del Hospital, la entidad no presta servicios de salud, ya que el total de la población afiliada al régimen subsidiado la atiende Assbasalud.

Se diseñó un plan de salvamento presentado ante el Ministerio de Salud y de Hacienda para evitar su cierre, ya que EPS como Caprecom le adeudan $2 mil millones y la escasa venta de servicios le impiden ser autosostenible para responder por el pago de nómina, contratistas y mantenimiento de la planta física.