Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
"Parecen arañas que recorren todas las piernas, es como si fuera un cableado de unas luces de navidad dentro de la piel que se notan, pero ya no duelen", dice Dora Inés cuando habla de sus várices.
Desde sus 14 años sabe qué es convivir con esta inflamación, la cual se agudizó en sus cuatro embarazos. Relata que solo sintió dolor en esos episodios y después quedó la marca azul-violeta en sus tobillos, piernas y rodillas.
Sus faldas las archivó desde que estas marcas la acomplejaron, aunque por fortuna no son pronunciadas como los cordones gruesos que suelen tener las personas en su fase más aguda.
"Me gustaría hacerme la operación, pero mi esposo y mis cuñadas se la practicaron y les volvieron a salir. En mi casa mi mamá tenía várices y mi hermana también. Creo que es un asunto hereditario", expone.
El cirujano vascular y angiólogo, Lukas Ríos, explica que las varices son dilataciones anormales de las venas generalmente en los miembros inferiores, que ocasionan dolor, cansancio, pesadez, hinchazón, sensación de calor y picazón. En casos más avanzados se presentan cambios en la coloración de la piel e incluso lesiones abiertas y ulcerosas.
"Las venas en su interior poseen un sistema de válvulas cuya función es subir la sangre desde los pies hasta el corazón. Cuando estas pierden su funcionalidad generan lentitud del flujo sanguíneo venoso, aumento en la presión de la sangre y dilatación de la vena afectada. En consecuencia hay riesgo de flebitis y trombosis en la várice", explica.
Por eso insiste en que el consejo que las abuelas dan sobre no andar descalzo para evitar que aparezcan las famosas “arañitas” conocidas como teleangiectasias, es falso, ya que estas son la manifestación inicial de insuficiencia o incompetencia venosa superficial (várices).
Aparición
El cirujano vascular señala que los factores de riesgo para que un paciente sea más propenso a padecer de várices son:
1. Antecedentes familiares de varices: el 95% de los pacientes tienen.
2. Obesidad: la presión adicional en las venas puede dar origen a la aparición de varices.
3. Pasar muchas horas al día de pie o sentado, sin cambiar de postura. Las venas se ven forzadas a trabajar más para impulsar la sangre hacia el corazón.
4. Tener una edad avanzada, pues el deterioro normal de la edad puede hacer que las válvulas de las venas se debiliten y no funcionen bien.
5. Pasar, al menos, por un embarazo. El feto ejerce presión sobre las venas de las piernas de la madre.
6. Recibir tratamiento hormonal, especialmente anticonceptivos y corticoides.
7. Si es fumador.
8. Tener pie plano.
"Es más frecuente que las mujeres padezcan de esta enfermedad que los hombres, pues el patrón hereditario va de la mano con el factor hormonal. Se calcula que por cada hombre hay cinco mujeres que las padecen", aclara.
Sobre las profesiones que tienen más riesgo, el médico explicó que toda actividad que no implique movimiento representa peligro para su aparición:
1. Permanecer de pie: personas dedicadas a la estética y peluquería, operarias, amas de casa que permanecen en reposo al cocinar, lavar o planchar, etc.
2. Permanecer sentado: trabajos administrativos, modistas, ejecutivas, conductores, etc.
En cuanto al deporte, dependiendo del paciente, las pesas pueden contribuir al desarrollo de las várices.
¿Tratamientos definitivos?
Si bien el especialista sostiene que no existe tratamiento definitivo, los que hay en la actualidad ofrecen buenos resultados en la mayoría de los pacientes. No obstante deben estar acompañados de controles periódicos para mejorar sus condiciones.
Solo se recomienda la cirugía cuando el cirujano vascular ha realizado una valoración clínica completa apoyado en exámenes como ecografías vasculares. El profesional determinará si su caso requiere de la intervención quirúrgica tradicional o puede acudir a técnicas avanzadas de cirugía mínimamente invasiva o endovascular.
Atentos
Los signos propios de la enfermedad se relacionan con el tiempo de su evolución, que se inicia con una hinchazón leve o moderada de las piernas a nivel de los tobillos. Entre ellos los más evidentes son:
* Hinchazón leve de los tobillos y los pies.
* Dolor o pesadez en las piernas y sensación de cansancio, especialmente en las tardes.
* Punzadas o calambres en las piernas, sensación de hormigueo.
* Picazón en las piernas, especialmente en la parte inferior y los tobillos.
* Dolor en la pierna en posiciones prolongadas de pie o sentado.
* Disminución progresiva del tamaño de la pierna por encima del tobillo, con disminución de la turgencia de la piel, pérdida del vello, con lo cual la piel pierde toda su elasticidad.
*Manchas de color rojo, café o negro alrededor de las venas.
*Aparición de nudos dolorosos.
Medias: un método de prevención
La medias de contención elástica, conocidas también como soportes con gradiente de presión, son el elemento complementario más importante que existe para tratar las insuficiencias venosas. Su uso tiene estos beneficios: disminuye la tortuosidad y diámetro de las venas, restaura la función de las válvulas si las venas no están muy dilatadas, incrementa el flujo venoso, disminuye la hipertensión venosa, encauza y dirige el torrente venoso de forma adecuada evitando que la sangre salga de su lecho. Estas medias tienen como función comprimir o generar presión en las piernas haciendo que la sangre fluya y tenga buen retorno al corazón.
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