Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES

"La vitalidad con la que José vivía ya no es la misma, no son los años, sino la enfermedad, asegura su esposa, Damaris. El hombre, un docente pensionado, sufrió hace dos años un accidente cerebrovascular, conocido como ictus. Esta situación lo dejó con secuelas, entre ellas dificultad para caminar y hablar.

El ictus es un transtorno brusco de la circulación cerebral que altera las funciones de determinadas regiones, también conocido como infarto o hemorragia cerebral, afecta por lo general a personas mayores aunque también se presenta en jóvenes con determinados factores de riesgo.

A tiempo

Sobre los causas para haber padecido esta enfermedad, José la tiene clara. "He sufrido de hipertensión y aunque la mantenía regulada, a veces me descuidaba con la comida, además hacía poco ejercicio".

Lo que lamenta José, es que de haber identificado los síntomas hubiera acudido más rápido al médico, lo que tal vez hubiera reducido las secuelas.

Se estima que en Colombia el 38% de los pacientes que sufren un accidente cerebrovascular no reconoce los síntomas y en solo el 40% de los casos se acude a una línea de emergencia; por esta razón, la Asociación Colombiana de Neurología (ACN), hace un llamado urgente que puede salvar vidas: que los colombianos puedan prevenir, identificar y reaccionar a tiempo frente a esta situación.

La rápida atención del infarto cerebral, se considera como una urgencia médica de máxima prioridad, en donde el éxito del tratamiento y la disminución de las secuelas, dependen de que el paciente reciba atención médica durante las cuatro y media horas siguientes al inicio de los síntomas; sin embargo, el momento ideal es en el trascurso de las dos primeras horas.

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Según datos de la ACN, en el país se presenta un nuevo ACV en 90 de cada 100.000 habitantes; por lo tanto, casi 40.000 personas tendrían uno cada año.

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Recomendación

• Identificar la hora de inicio de los síntomas

• La persona que llame o acuda al servicio de urgencias con el paciente, debe conocer su historia clínica y en lo posible, haber estado con él, durante el evento agudo

• El paciente requiere atención de segundo o tercer nivel.