Déficit de atención: mal diagnosticado afecta el buen desarrollo de los niños

Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES

¿Está su hijo en constante movimiento, habla incesantemente o tiene problemas para concentrarse? Si su respuesta es afirmativa, su hijo podría tener el trastorno de déficit de atención e hiperactividad o TDAH. Sin embargo, las abuelas modernas no se asustan con estos comportamientos y lo justifican porque dicen que los niños ahora son más inquietos y que no hay de qué preocuparse.

La realidad frente a este trastorno es una línea tan delgada que a veces los papás o los profesores, no tienen muy claro cuándo el asunto no pasa de ser un comportamiento normal y cuando hay que pedir ayuda.

A menudo, padres, familiares y profesores se perturban fácilmente frente al mal comportamiento de los niños inquietos, y hay una tendencia alta a diagnosticar Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA/H), sin acudir a especialistas.

Al respecto, el psicólogo Francisco Pereira y docente de la Universidad El Bosque, aclara que este es un trastorno de inicio en la infancia, que comprende un patrón de conductas de desatención, hiperactividad e impulsividad. "Estas conductas tienen mayor frecuencia e intensidad de lo que es habitual según la edad y el desarrollo del niño e interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar así como en las actividades de la vida diaria del niño".

Bien diagnosticados

En Colombia el último estudio de salud mental, indica que este trastorno presenta la edad de aparición más temprana (5 años) y se estima una prevalencia del 5% al 7%, de la población escolar.

Agrega Pereira que los niños que tienen este trastorno presentan un mayor riesgo de fracaso escolar, problemas de comportamiento y dificultades en las relaciones interpersonales como consecuencia de los síntomas propios. Sin embargo, también sabemos que este trastorno está sobrediagnosticado en niños que simplemente presentan mal comportamiento, y lo más preocupante que señala el experto es que, estos niños mal diagnosticados reciben medicamentos y con ello su salud y desarrollo personal se ven afectados, dejando además secuelas a largo plazo.

"Por ello, es fundamental que sean los profesionales de la salud, expertos en el tema (neuropediatra, psiquiatra infantil, neuropsicólogo, neurólogo), quienes realicen un diagnóstico precoz y definitivo".

Recomendación

"No todo movimiento significa hiperactividad", afirma la educadora especial Alexandra Rodríguez Bernal y agrega que los niños de hoy son más activos, se interesan por conocer el mundo que los rodea y esto se debe a la cantidad de estímulos que encuentran en la televisión, los vídeojuegos y en el ambiente en general.

Por eso destaca que lo importante es que se realice un diagnóstico adecuado por parte de un profesional, "con el fin de evitar que en las aulas encontremos un número considerable de niños medicados sin necesidad. En muchos casos con métodos educativos, pautas de crianza, límites y normas en casa y en la escuela se puede evitar un mal diagnóstico", concluye.

Tiene dos causas la neurológica y en menor medida la emocional. Predomina más en varones que en niñas.

Personajes con este trastorno

Thomas Alva Edison, Michael Phelps, Leonardo Da Vinci y Albert Einsten.

Síntomas

1. Inatención

* No presta atención a los detalles, comete errores por descuidado.

* Tiene dificultad para poner atención por largo tiempo.

* Parece no escuchar cuando se le habla.

* Tiene dificultad para organizar tareas o actividades.

* No le gusta hacer actividades que requieran atención por mucho rato.

* No sigue instrucciones y no finaliza tareas.

2. Hiperactividad

* Correo o salta mucho en situaciones que no debe hacerlo (inquietud).

* Mueve mucho manos o pies o se mueve en su asiento.

* Se para de su asiente cuando no debe hacerlo.

* Tiene dificultades para jugar en paz con los demás compañeros.

* Se porta tan inquieto que parece que tuviera un motor en los pies.

* Tiene problemas de conducta en la escuela.

3. Impulsividad

* Habla demasiado, no piensa antes de hablar.

* Contesta antes de saber qué le preguntan.

* Le cuesta mucho trabajo esperar su turno.

* Interrumpe lo que hacen los demás, no piensa mucho.

* Los síntomas se presentan antes de los cinco años y deben de haber durado más de seis meses.

* Las señales se presentan en la casa y en todos los lugares que frecuentan.

* No existe otra razón por la que el niño se porte así.

Deficiencias que la propician

* Diabetes o problemas de hipo o hipertiroidismo u otras hormonas.

* Neurofibromatosis.

* Pérdidas o divorcios de los padres.

* Alergias.

* Tumores o quistes.

* Mala circulación cerebral.

* La electricidad cerebral tiene algún fallo.

* El nivel neuroquímico no funciona bien o no entra donde debe.

El TDA/H se determina genéticamente por herencia hasta en un 75% de los casos.

Tratamiento

Una detección temprana ayudará de manera sorprendente al paciente a poder desarrollarse de manera adecuada, de otra manera será muy difícil su adaptación social.

1. Sin ayuda

* Fracaso escolar, educación demasiado permisiva o severa, hostilidad entre los padres.

* Problemas de salud en el niño e inadaptación al entorno.

* Alcoholismo, adicciones y conductas antisociales u otros trastornos mentales.

2. Con apoyo

* Una educación coherente por parte de los padres y maestros. Estabilidad familiar.

* Conocimiento por parte de los profesores y adaptación de las actividades educativas.

* La colaboración entre los padres y la escuela, una mejor adaptación del niño al ambiente social.