De ambulancia de Bomberos a sala de partos

Albeiro Rudas

LA PATRIA | ANSERMA

A las 2:30 de la madrugada del domingo pasado una llamada al Cuerpo de Bomberos de Anserma puso a correr a quienes estaban de turno.

Solicitaban el traslado al hospital de una gestante de la comunidad Dachijoma, que reside en la parte baja del barrio San Isidro.

Al lugar llegaron los socorristas Audalises Gutiérrez y Jorge Iván Zapata, quienes encontraron a Shirley Diasa Gutiérrez, de 30 años, con las contracciones propias de un trabajo de parto.

La subieron en la parte delantera del vehículo y tomaron rumbo al centro asistencial; sin embargo, el parto se aceleró, y Gutiérrez y Zapata atendieron a la madre dentro de la ambulancia.

Minutos después se escuchó el llanto del niño, que nació en una camilla en perfectas condiciones. Tras la emoción que les produjo este acontecimiento, lo revisaron y trasladaron a madre e hijo al Hospital San Vicente de Paúl.

Excepciones

El comandante del Cuerpo de Bomberos, Carlos Alberto Castrillón, felicitó al personal por la labor realizada y añadió que esa profesión también deja momentos agradables y que el nacimiento del bebé causó alegría al personal.

Castrillón aprovechó el momento para aclarar que estos vehículos no son adecuados para el transporte de pacientes, pero que en una ocasión como esta, se rompen los protocolos "porque lo más importante es preservar la vida".

Shirley Diása Gutiérrez y su bebé se encuentran en buen estado de salud y la comunidad indígena Dachijoma está agradecido por la atención que les brindaron lo bomberos.

Caso similar

El 23 de marzo del año pasado la buseta 2882 de Socobuses en Manizales fue por momentos una sala materna. A las 6:24 de la mañana nació Kilian, 19 minutos después de que el conductor Harold William Vanegas Ríos comenzó el turno de la ruta La Linda-La Sultana. Luego dejó a la madre y al niño en la Clínica Avidanti en Villa Pilar.