B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Doña María, de 70 años, llega antes de las 8:00 de la mañana a la IPS Universitaria en la Facultad de Ciencias para la Salud de la Universidad de Caldas. Tiene cita para unos exámenes y para participar en un estudio sobre sarcopenia y nutrición, que realizan los médicos y docentes de la institución Felipe Marulanda y Clara Helena González.
Lo que motivó a María a consultar es una debilidad muscular. Se queja porque luego decaminar, así sea una media pendiente, le queda un desaliento “de la cintura para abajo” y los músculos de las piernas le duelen y no le responden.
Esta dolencia, que refiere la mujer, podría ser según el médico Felipe Marulanda, una señal de que la paciente sufre sarcopenia, que se caracteriza por la pérdida de masa y potencia muscular que ocurre durante el envejecimiento.
“En el 2010, el Grupo Europeo de Trabajo sobre la Sarcopenia en ancianos la definió como una condición en la cual se produce pérdida de la masa muscular y reducción de la función muscular expresada como una disminución de la fuerza muscular o disminución del rendimiento físico”, relata.
La sarcopenia también afecta la formación de hueso por eso se asocia con frecuencia a la osteoporosis, la tolerancia a la glucosa y la regulación de la temperatura corporal.
Pérdida
Sobre los factores que la desencadenan, el médico cita: alteraciones en el sistema nervioso, pérdida de la calidad y masa muscular, descenso de hormonas como testosterona, estrógenos y hormona del crecimiento, aumento de distintos componentes proinflamatorios y disminución de la actividad física. Se cree que la desnutrición puede ser un factor que contribuye con esta patología.
La médica nutrióloga Clara Helena González relaciona las consecuencias con la independencia funcional y afirma que los adultos mayores con esta patología tienen mayor dificultad para caminar, subir escaleras y realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Rosario Parra, enfermera jefe de la IPS, es quien practica las pruebas. Comienza por preguntarle a María sobre su nutrición. Si toma leche, cuántas veces a la semana, quesos, carnes rojas, fríjoles, lentejas, garbanzos; frutas como naranja, guayaba, mango y fresa,verduras como zanahoria, tomate y pimentón; productos de panadería como pasteles, pan, tostadas; azúcares: panela, miel o endulzantes artificiales; mantequilla, tocineta o chicharrón: bebidas como café y alcohólicas y por último hamburguesas, perros calientes y snacks (papitas fritas). Por último pregunta sobre el consumo de suplementos nutricionales.
Después de ese primer cuestionario continúan las pruebas físicas (ver InfográficoMediciones).
Prevenir
Para los expertos, la mejor manera de prevenir la sarcopenia es a través de un diagnóstico adecuado y una combinación de terapia nutricional específica y actividad física de potenciación muscular, que la desarrollan en la Universidad Autónoma. “Está demostrado cómo este tipo de ejercicios produce en los ancianos un incremento de la masa y potencia muscular entre el 30% y el 170%”.
Los beneficios de estos programas de entrenamiento se obtienen en tan solo 8 semanas con ejercicios 2 o 3 veces por semana, obteniendo mejorías incluso en ancianos mayores de 90 años.
“Está demostrado que los mayores de 65 años que llevan una vida más activa viven más años y en mejores condiciones. Por todo esto es recomendable insistir en la necesidad de llevar una vida lo más activa posible y realizar una actividad física bien orientada para lograr un claro beneficio”, aclara Marulanda.
Estudios
Un estudio realizado en Estados Unidos con 833 ancianos seleccionados al azar, mostró un 13% de sarcopénicos a la edad de 65 años, un 24% a los 70 y hasta un 50% en los mayores de 80 años. En este estudio también se encontró que la presencia de sarcopenia se asociaba con un aumento 3 o 4 veces de riesgo de discapacidad independientemente de la edad, sexo, obesidad, raza, estado socioeconómico y comorbilidad.
En Bogotá se efectuó un estudio con 108 ancianos de cuatro instituciones de cuidado crónico, y se encontró una prevalencia de sarcopenia de 38,9%.
La Universidad de Caldas tiene personal capacitado para diagnosticar y tratar tempranamente la sarcopenia y la desnutrición en las personas mayores de 65 años. La entidad puso a disposición de las EPS y de la comunidad, una clínica en la Facultad de Ciencias para la Salud (Carrera 25 entre calles 48 y 49), en la cual se pueden hacer las diferentes pruebas a solicitud de pacientes y profesionales de la salud, o una evaluación interdisciplinaria más completa con diagnóstico y recomendaciones a las personas que consulten.
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