Cerveza: lo bueno y lo malo

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

Gustavo contó con sorpresa a sus amigos que para el tratamiento de un cálculo en la uretra, el médico de su EPS le recomendó tomar cerveza. También les contó que dicha medida había sido recomendada para expulsar de manera espontánea la "piedrilla" que le estaba molestando en el tracto urinario.

El comerciante agropecuario, de 30 años, comentó que no lo iban a operar. Subrayó que el especialista, después de analizar algunas imágenes diagnósticas, no consideraba necesario intervenirlo quirúrgicamente y que esperaba que con esta técnica surgiera el efecto deseado.

Los amigos de Gustavo, entre risas, le ayudaron con la terapia. Le compraron una canasta de cerveza y comenzaron a ingerirla sentados a las afueras de un bar. El desfile de ida y vuelta al baño comenzó. Para el protagonista de la historia fue un tanto incómodo, pero después de dos canastas, se fue a descansar. A la semana siguiente visitó al especialista, le realizaron algunas pruebas y el cálculo ya no se veía.

¿Diurética?

Sobre el mito diurético (virtud que tienen algunos componentes de aumentar la excreción de orina) que rodea la cerveza habló el especialista José Fernando Rendón, médico adscrito al Centro de Diagnóstico Urológico (CDU) de Manizales.

"El mito de la cerveza no deja de ser una situación de pueblos, donde el médico le decía al paciente vaya y tome y vuelva a ver cómo sigue. El mejor líquido para la diuresis es el agua. Está casi contraindicado otro tipo de diuréticos", advirtió el urólogo.

Rendón mencionó que forzar la diuresis es posible cuando se controla el dolor con medicamentos y cuando las características del cálculo (tamaño, posición, densidad, etc) permiten la posibilidad de que este salga de manera espontánea.

"En urgencias recibe un manejo inicial y prioritario con analgésicos y antinflamatorios (no estiroideos). Si el dolor es muy fuerte, se proporciona morfina. Esto tiene que ver con la idea de bloquear el dolor en el sistema nervioso central", apuntó.

Las recomendaciones parten de no tomar cerveza de una manera autónoma, pues la condición renal puede complicarse si no se acude al médico de manera inmediata. La visita a los servicios de salud no debe dilatarse por temor.

"Están los servicios de cirugía con técnicas modernas y láser. Son rápidas, efectivas y con muy buenas tazas de eficacia. Es una intervención casi ambulatoria. Las cirugías abiertas ya son casi exóticas. Ahora se trabaja vía laparoscópica (mínimamente invasiva) o endoscópica (observación directa del interior de un órgano mediante un sistema óptico que se introduce a través de orificios naturales o la pared abdominal", puntualizó.

Rendón reveló algunos detalles de los cálculos renales. Especificó que son una patología frecuente, que se presenta en mayor proporción en hombres. Recordó que es un dolor agudo que se merma, como sucede con la pancreatitis (inflamación del páncreas) o la apendicitis (inflamación del apéndice).

"Puede presentarse en cualquier parte del sistema urinario, pero sobre todo, causan consulta los del sistema colector (vejiga, uréter y la unión de ambos). Regularmente están compuestos de calcio, ácido úrico, cisteína (aminoácido no esencial) etc. La composición del cálculo en sí no es tan grave, lo complicado es el componente obstructivo en el que se convierten y a los procesos infecciosos a los que pueden dar lugar", reveló Rendón.

¿Nutritiva?

Sandra Santamaría Rojas, nutricionista dietista egresada de la Universidad Nacional, habló sobre los mitos nutricionales que giran alrededor de la cerveza. Especificó que ninguno es concluyente, pero que sí se pueden resaltar algunos beneficios en comparación con otras bebidas alcohólicas.

"Proporciona menos calorías que otros líquidos que se encuentran en el mercado, igual las personas con sobrepeso la deben evitar. Tiene menos que el chocolate o un pan, pero hay que tener cuidado. Esta proporciona 45 calorías, por cada 100 centímetros cúbicos", explicó.

La especialista adscrita a Confa mencionó que los componentes y efectos de la cerveza pueden variar de una compañía productora a otra, también depende de si su fabricación es artesanal o empresarial y del tipo de producto. Es decir, si es negra, roja o dorada.

La profesional dijo que la ingesta podría resultar un tanto positiva si no se tienen enfermedades que se compliquen con este consumo. Recordó que toda bebida alcohólica está contraindicada para diabéticos y personas con antecedentes cardiovasculares.

"Algunas investigaciones señalan que puede ser positiva o que ayuda a la prevención de enfermedades cardiovasculares, no cuando la patología ya se ha desarrollado. Ciertos estudios recomiendan beber entre uno y dos vasos al día, así tendría un efecto protector", recordó.

Santamaría añadió que a la cerveza se le atribuyen beneficios digestivos que varían, y que se pueden generar por el proceso de fermentación estomacal. Además se destacan componentes como el hierro, la cebada y la levadura, pero que no son relevantes, pues los contienen en cantidades pequeñas que no son significativas.

Alerta

"Pacientes embarazadas o aquellos con un solo riñon, deben tener especial atención. También aquellos que refieran molestia bilateral sincrónica, estos son verdaderas urgencias. Si no se actúa rápido puede entrar en juego la vitalidad del riñón": José Fernando Rendón.

Al corazón

El cardiólogo José Fernando Zuluaga mencionó que la cerveza no representa mayor peligro para el sistema cardíaco. Contó que el inconveniente es que puede incrementar los triglicéridos. Estos son un tipo de grasa que se desarrolla en la sangre y un incremento de estos, aumenta el riesgo de padecer anomalías coronarias. Los niveles de estos son normales si están por debajo de 150. Si son superiores a 200 se catalogan altos.