LA PATRIA | MANIZALES
Caldas ya tiene en el papel la Política Pública en Salud Mental. La socialización de la cartilla se inició desde hace dos semanas en Riosucio, Salamina y La Dorada, la meta los otros 24 municipios la conozcan para tomar decisiones y acciones de lo que se esperan resultados en el 2028.
Lorena Patricia Delgado, coordinadora del programa de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la U. Autónoma, señaló que el departamento a pesar de no contar con una política pública, los sectores por separado implementaban acciones. La meta es articularlas con salud, educación y las comunidades para llegar incluso a las familias, eje del proyecto.
“En el estudio encontramos que los papás dejan la educación de sus hijos en manos del colegio y se desentienden de la tarea. El elevado consumo de sustancias psicoactivas en los municipios se relaciona con la carencia de espacios de ocio y los adolescentes acaban consumiendo alcohol, cigarrillo, marihuana e incluso cocaína”.
De acuerdo con el estudio, el año pasado se registraron en el departamento 21 mil 159 consultas externas relacionadas con trastornos mentales y de comportamiento, el 18% fueron por ansiedad.
Otro punto álgido es la violencia en el que Caldas ocupa el puesto 11 entre los 32 departamentos.
“Violencia también es no tener acceso a la educación o a la salud. El vocabulario, la ironía e incluso el humor es una forma indirecta de violencia que legitima la directa. Por ejemplo, que a una persona le roben por dar papaya, esa expresión convierte a la víctima en culpable. Es una manera de atacar a los otros”, recalcó.
Señaló que por ahora la invvestigación ya está y lo que sigue es que la administración departamental aplique y defina su plan de acción, inyección de recursos y un monitoreo de las estadísticas y de las comunidades.
“Esta cartilla era una necesidad para evaluar lo que se tiene y lo que falta por hacer. Propendemos por la cultura del bienestar”, concluyó la politóloga.
El reto, la implementación
El médico psquiatra José Posada Villa explicó que en el país y en Caldas la política pública incluye los elementos fundamentales para prevenir y tratar casos que se relacionen con salud mental. El problema es la implementación, porque hay áreas específicas que requieren seguimiento, por ejemplo, los intentos de suicidio que el año pasado fueron 770 en Caldas y en lo que va corrido del 2017 sobrepasó los 400.
“Se necesita un equipo de psicólogos que brinden asesoría, por lo menos un año, a estos pacientes y a sus familias. Las EPS debe cumplir con las normas que exige el Minsalud respecto a atención de enfermedades mentales y en colegios, oficinas y comunidad les deben ensañar a leer las señales que indiquen alteraciones para prestar una ayuda oportuna”.
Operadores
El estudio se inició en octubre del 2016. Fue operado por la Universidad Autónoma de Manizales con recursos de la Gobernación de Caldas y la Dirección Territorial de Salud. Investigadores de las Universidades Caldas, Manizales, el Cinde y el Hospital San Juan de Dios aportaron su conocimiento para definir qué y cómo intervenir los casos que se derivan de la salud mental y su prevención.
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