Ambulancias, en emergencia vial en Caldas

B. Eugenia Giraldo y Luis Fernando Rodríguez

LA PATRIA | MANIZALES

6:00 de la mañana: Sale una ambulancia del Hospital San Antonio de Manzanares con una paciente que debía acudir ayer a una cita de control a las 10:00 a.m. en Manizales. La acompaña la auxiliar de enfermería Gabriel Fernando Ramírez.

10:34 a.m. Al pasar por Padua (Tolima), la fila de carros, lo mismo que la Policía los alertó. Dos derrumbes, uno en Delgaditas y el otro en Cerro Bravo les impidió seguir.

La fila de carros se extendió. Una ambulancia que venía de La Dorada se unió a la espera.

2:30 p.m. Tras siete horas y media de espera, los dos vehículos, de los hospitales de Manzanares y La Dorada, se devuelven, “era imposible seguir, el paso está delicado. Además hay mucho caos vial por el cierre de la vía de la Línea. Todo el tráfico está subiendo por Manizales”, asegura Gabriel.

El auxiliar de enfermería reconoce que la vía está imposible y que por el momento están bloqueados, por fortuna dice que el paso por Llanadas está habilitado, pero en la vereda Buena Vista (Brujas) el terreno está en regular condición porque hay una falla geológica y toca transitar con cuidado.

Lo que preocupa es que a las 2:55 p.m. salió otra ambulancia del San Antonio de Manzanares con un paciente para la UCI del Hospital San Marcos de Chinchiná.

A las 5:40 p.m. la auxiliar Diana Ospina le dijo a LA PATRIA que en el trayecto encontraron por lo menos 10 derrumbes y que lograron pasar gracias a que habilitaron un carril.

Paciencia y tiempo

El invierno y el mal estado de las vías impiden que el traslado de pacientes de un hospital de mediana o baja complejidad se convierta en una emergencia. El tiempo es fundamental y una demora perjudica al paciente.

Por el norte de Caldas, la situación tampoco es la mejor. De acuerdo con Jimena Medina Gómez, enfermera jefe de Urgencias y Consulta Externa del Hospital Felipe Suárez de Salamina, los conductores buscan vías alternas cuando la vía principal tiene paso restringido.

Sostiene que en este mes ya son 16 los que han remitido para tratamientos de alta complejidad.

Foto | Luis Fernando Rodríguez | LA PATRIA

Mauricio Cardona, de 36 años, hace 9 que es conductor de ambulancia. Asegura que cuando el invierno ataca son diversas las circunstancias que deben sortear. “A veces nos toca cortar palos y moverlos cuando están atravesados en la vía, pero si la situación es muy delicada nos toca buscar vías alternas”.

Agrega que tratan de no demorar demasiado y que lo mejor es viajar sin límite de tiempo, porque para él, lo primero es la seguridad de quienes van en la ambulancia. "Una urgencia no se puede convertir en una emergencia. Hay que poner cuidado y no desesperarse para que los aliviados le puedan ayudar al enfermo".

Dos horas es el tiempo que normalmente se gasta entre Salamina y Manizales, pero cuando las vías están tapadas, por lo regular se demora entre cuatro y seis horas más.

Cuando se daña la vía por Aranzazu, como ha ocurrido en estos últimos días, una alternativa para Mauricio y otros conductores es: Salamina, La India, Cajones, La Avispa, Llanadas, La Merced, La Felisa y Manizales. Otra sería: Salamina, Pácora, Aguadas, La Felisa y Manizales.

"El martes pasado hubo una remisión y llovió mucho. Salimos de Salamina a las 9:30 de la noche, dejamos el paciente y regresamos a las 7:00 de la mañana. De ida nos fue muy bien, pero de regreso la vía estaba tapada", concluyó.

Desde Pensilvania

La remisión de pacientes no ha sido tan caótica, según cuenta el conductor de ambulancia Carlos Giraldo. Sin embargo, precisa que si no puede utilizar la vía Llanadas se desvía por Marquetalia hasta La Dorada, pero si la situación amerita llegar a Manizales, hay otra alternativa: se desvía por una trocha que va desde el corregimiento Planes (Manzanares) a Campoalegre.

Y reitera que si es mucha la necesidad los trasladan a Ibagué (Tolima), donde les reciben los pacientes cuando son casos de extrema gravedad.