B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
“La tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo, se pierde”, sentenció Santiago Mazo Echeverri, experto en nutrición comunitaria de la Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura.
Durante el foro Rol de la academia en la lucha contra el hambre, que se desarrolló en la Universidad de Manizales, Mazo precisó que en el mundo se botan al menos 1.300 millones de toneladas de alimentos y en Colombia cerca de 10 millones de toneladas, es decir la tercera parte de lo que se produce en el país.
El experto aseguró que la mayoría de las personas accede a los alimentos basada en sus ingresos y le preocupa que por el acelerado incremento de urbanizaciones, hay menos gente produciendo comida. “El campo está más envejecido y hay más gente en las ciudades. Esto explica por qué hay tantas barreras de acceso a los alimentos para llevar una vida saludable”.
En cuanto a los hábitos de consumo, el experto en nutrición comunitaria de la FAO argumentó que si las personas tienen bajos ingresos también tiene acceso a alimentos no saludables. “Lo que es realidad en América Latina y el Caribe es que ha habido un aumento de exceso de peso en los estratos bajos, lo que nos enseña es que estas personas acceden a alimentos ricos en calorías, en grasas y sal, pero no en una variedad que llenen sus requerimientos de energía y de nutrientes”.
Mazo Echeverri apuntó a que uno de cada dos colombianos tiene hoy exceso de peso y un porcentaje alto es de estratos bajos, lo que acarrea enfermedades cardiovasculares, infartos, diabetes e hipertensión.
Otra asistente al Foro fue Guadalupe Valdez, designada por la FAO como embajadora especial Hambre Cero para América Latina y el Caribe.
Valdez precisó que el reto de la Organización es llegar a una generación Hambre cero en el 2030. Para lograrlo, aseguró, se plantearon cinco pilares:
1. Lograr que la malnutrición pase hacia hábitos alimentarios saludables y así erradicar enfermedades como la obesidad y la diabetes.
2. Cero retraso en el crecimiento en niñas y niños menores de dos años.
3. Generar prácticas y sistemas agroalimentarios sostenibles que sean respetuosos con el medioambiente.
4. Lograr que a los agricultores se les garanticen mercados locales y precios justos para sus productos y así disminuir la pobreza en nuestros países.
5. Cero desperdicio de alimentos y pérdidas poscosechas.
“Tanto la academia como los tomadores de decisiones debemos pensar en acciones basados en la evidencia, en el dato, en los estudios, para que estas decisiones correspondan a la realidad y que sean políticas públicas sostenibles en el tiempo”, concluyó.
“Esa gran cantidad de alimentos que se pierde, se produce con mucho esfuerzo y con un desgaste de nuestros recursos naturales y al final no llega a la mesa del consumidor”, Santiago Mazo Echeverri.
“Erradicar el hambre es el gran desafío. A pesar de los avances, sigue siendo una vergüenza que haya más de 790 millones de personas que padecen hambre, que se van a dormir con hambre todas las noches. Es una injusticia global”, Guadalupe Valdez.
El rol de la academia es investigar y analizar los datos y ponerlos en un lenguaje asequible que pueda ser leído por las las instituciones para complementar políticas públicas. Y en la comunidad para que se apropien de nuevas formas de alimentarse”, María del Carmen Carreño Bustamante, decana de Ciencias Jurídicas U. de Manizales.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015