Débora Brizuela
LA PATRIA|Manizales
La vida útil de un vehículo depende en gran parte del cuidado general que se preste, tanto si se lo utiliza en exceso, como si permanece parado por largo tiempo. Las partes mecánicas y las piezas del coche necesitan mantenerse en funcionamiento con cierta regularidad, de lo contrario pueden comenzar a pegarse, oxidarse y hasta echarse a perder. Cuando esto sucede, la falta de uso puede causar averías, que incluso pueden ser más graves que si el vehículo fuese utilizado a diario.
Si el coche permanece parado durante mucho tiempo puede sufrir importantes daños, afectando a la carrocería y a la mecánica.
Por lo general, si el coche permanece mucho tiempo estacionado, aunque se encuentre protegido, los problemas comienzan por las ruedas. Suele suceder que el mismo peso del vehículo en reposo genere deformaciones en los neumáticos. Para evitar estos daños es conveniente colocar el coche sobre unos tacos, o aumentar la presión de los neumáticos. Así, se evita que la llanta se deforme, evitando futuras vibraciones en la dirección, o inclusive la pérdida de la banda de rodadura.
La falta de circulación hace que el coche sufra y una de las cosas por las que más sufre es la falta de funcionamiento de los pistones del motor, que aseguran que se comprima el combustible y reciba el empuje para transmitir el movimiento al cigüeñal. Cuando los pistones no se usan, no se engrasan, se oxidan y pueden partirse, ocasionando importantes daños. Lo ideal es que el coche ruede al menos una vez al mes. El circuito de refrigeración del motor también necesita moverse. El líquido puede oxidar desde la bomba del agua al termostato y el óxido puede llegar a obstruir los conductos. Si el motor no funciona, las juntas de goma o los retenes de las válvulas se resecan, lo que puede provocar fugas de aceite.
Por su parte, el aire acondicionado es otro de los elementos que más sufren la falta de uso. Los conductores suelen utilizar el aire solo en verano, pero es importante saber que el frío del invierno es el mejor aliado para desempañar los cristales. Para evitar un mal funcionamiento, es recomendable remover al menos una vez al mes el gas que contiene el circuito.
Otro de los elementos que suelen resultar afectados por la falta de uso, son los levantacristales, en especial los eléctricos. Cuando se pasa algún tiempo sin subir o bajar los cristales, se corre el riesgo de que queden encajados debido al óxido de las poleas o del motor eléctrico. Para evitarlo, se sugiere movilizarlos una vez por semana. A su vez, para mantenerse limpios y lubricados, la caja de cambios y los diferenciales necesitan aceite, y los largos períodos de inactividad hacen que se oxiden los piñones, sincronizadores y los retenes.
Los frenos también se pueden oxidar por la falta de uso, en especial los grupos hidráulicos de los sistemas de ABS, cuya sustitución es muy costosa. Además, cualquier parte del coche que se comience a oxidar, puede provocar un deterioro general del vehículo, por lo que es recomendable hacerlo circular con frecuencia. Hay muchos consejos que pueden ayudar a alargar la vida de su coche. Haga click en saber más y entérese de las novedades de seguros de autos y más.
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