Si tiene dudas sobre la carrera que eligió, vuelva a hacerse las preguntas básicas sobre qué es lo que quiere, cómo quiere verse en el futuro, dónde se imagina trabajando y qué estilo de vida desea tener.
Ese es el consejo que Dora Luz Betancurt Giraldo, psicóloga de Vicerrectoria Académica de la Universidad de Caldas, le da a los alumnos que acuden a su despacho cuando tienen dudas de continuar con su pregrado.
Son muchos los casos que conoce, porque algunos estudiantes que llegan a la institución no están en la carrera que desean. Esto debido a su promedio en las Pruebas Saber 11 o porque no obtuvieron un cupo en el programa que inscribieron como primera opción, así que terminaron en el de segunda o tercera opción esperanzados en más adelante pasarse a la carrera que idealizaron.
Otra situación se da con los jóvenes que tienen que lidiar con lo que ellos desean hacer y las expectativas de sus padres sobre su futuro y algunos más que aún no se ubican y por desinformación o desconocimiento eligen una carrera diferente a la de sus habilidades. Ese es el caso de Valentina Cardona que pasó de estudiar Ingeniería Física en la Universidad Nacional a cursar Trabajo Social en la Universidad de Caldas. La razón, tres semanas después de cursar la primera carrera se dio cuenta que las matemáticas del colegio eran bien distintas a las de la universidad. Hoy se siente plena y a punto de terminar el pregrado y ejercer su profesión.
* Haber probado con una carrera no es fracasar ni perder el tiempo. Gracias a que lo hizo, se dio cuenta de que se equivocó y lo que aprendió, desde estudiar en grupo o preparar un parcial, suma a la experiencia de la vida.
* Al elegir su nueva opción profesional siente que encontró concordancia entre sus características personales, aptitudes y habilidades, intereses y exigencias que presenta el programa.
* Se da cuenta que se realiza como persona y siente que le podrá servir mejor a la sociedad.
* Tiene la motivación de terminar pronto la carrera para poner en práctica lo que aprendió.
* Le ve utilidad a su carrera, se imagina como profesional y planea lo que desea hacer.
* Cuando estudia lo que le gusta lo hace con más facilidad, su motivación es lograr metas, no estudiar por una nota.
* Estudia por vocación y no por obligación.
* Se divierte estudiando y le saca jugo a lo que aprende.
*Aprovecha más el tiempo libre.
* Se proyecta como profesional y se rodea de personas afines que le sirven para futuras relaciones laborales.
* Cuando termine el pregrado habrá un mayor nivel de frustración, que luego se puede convertir en depresión.
* Durante la carrera manejará altos niveles de ansiedad.
* Mientras estudia tendrá estados de ánimo que oscilan entre la ansiedad y depresión o la euforia y la tristeza.
* Al no tener una motivación durante las clases no pondrá atención y habrá desconcentración y por lo tanto el rendimiento académico no será el mejor.
* Atravesará una situación angustiante que es enfrentar a sus padres, porque para usted será difícil comunicarles que se equivocó de carrera o que cree que erró al tomar la decisión por satisfacerlos.
* Miedo ante lo desconocido, ante la inseguridad.
* Culpa por el tiempo perdido. Este pensamiento es recurrente en todos los alumnos que consideran un cambio de carrera. Hay una tendencia a ver el tiempo invertido como si fuera un tiempo desperdiciado. También la culpa nace con la destrucción del plan de vida imaginado.
* Vergüenza ante la posible mirada ajena. Las comparaciones con otros compañeros del colegio o de la carrera hacen que exista un sentimiento de inferioridad que no aporta nada positivo.
* Diego Gutiérrez, gerente de CEO, empresa que creó Wantubi, plataforma de orientación vocacional, asegura que el costo promedio de una carrera en una universidad privada es de $3 millones, esa cifra multiplicada por cinco semestres que es en promedio cuando la mayoría de estudiantes deciden cambiar de carrera da como pérdida: $15 millones, sin sumar transporte, alimentación y materiales. Mientras que en una pública serían $2 millones 500 mil.
* El costo de oportunidad que es el dinero en el tiempo que perdió para terminar su carrera. Por ejemplo si hizo cinco semestres de un pregrado y 10 de otro, perdió dos años y medio para ejercer su profesión, eso en dinero pueden ser $25 millones multiplicando $1 millón que es el salario promedio de un egresado por cinco semestres.
1. Conozca sus puntos fuertes y débiles. Puede hacerse una idea teniendo en cuenta las materias que más le gustan del colegio y con las que obtuvo mejores calificaciones. Asimismo, el resultado de las Pruebas Saber 11 se convierte en un excelente termómetro para saber cuáles son sus debilidades y fortalezas académicas según las áreas evaluadas.
2. Revise el pénsum, es decir el plan de estudios de la carrera profesional de su preferencia. Si llega la hora de escoger el programa académico que más le convenga es necesario que conozca cuál es el plan de estudio que éste posee, en otras palabras, las materias que va a ver a lo largo del desarrollo de los semestres. Esto le permitirá hacer una relación entre sus fortalezas académicas y las materias del programa académico. También podrá identificar en qué competencias y habilidades saldrá con mayor fuerza al mercado laboral.
3. Averigüe cuál es la situación en el mercado laboral de sus posibles colegas. A través del Observatorio Laboral para la Educación podrá saber cuánto están ganando los profesionales en Colombia; cuántos de ellos tienen un empleo formal, cuántos se han graduado desde el 2001, entre otro tipo de información. Todo esto lo puede ver a través de criterios de búsqueda como carrera, nivel de formación, departamento, género, etc.
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