La vida de Sergio Fajardo, excandidato presidencial, transcurrirá en el 2019 entre México y Colombia, con dos de sus máximos placeres: la educación y la política.
Dice que apenas terminaron las elecciones presidenciales, en junio, le escribieron para que se fuera a trabajar de tiempo completo en el Tecnológico de Monterrey (México), pero como no podía irse a vivir allá le aceptaron estar una semana de cada mes del próximo año.
En el país azteca quieren crear un instituto de liderazgo, de política, de ciudades y de desarrollo; en el que Fajardo estará como profesor y compartirá experiencias con otros docentes.
El resto del tiempo permanecerá en Colombia, con su movimiento Compromiso Ciudadano, que hace 15 días creó la Escuela de Formación Política para escoger candidatos a cargos de elección popular en todo el territorio y aplicar el conocimiento acumulado en 19 años que busca transformar la forma de hacer política y de gobernar, asegura.
Fajardo estuvo el martes en Manizales en esta función política, y habló con LA PATRIA sobre cómo está viendo el contexto nacional con los primeros 100 días del presidente Iván Duque.
Duque, muy flojo
- Al finalizar las elecciones pasadas dijo que su nombre no iba a seguir en juego como candidato, ¿este propósito cambió?
Aspiro en la vida a ser rector de una universidad, y lo decía por volver a mi sitio de origen, porque es mi identidad. Mi aspiración era que si ganaba la Presidencia, al terminar el 7 de agosto del 2022, de ahí para adelante seguía con esta tarea, pero me tomo en serio estar en la política y tengo una responsabilidad como líder y una obligación con tanta gente que votó por mí. En el 2022 miraremos si tiene sentido volver como candidato y cómo sería, pues muchas personas me dicen que nos metamos y que no desista.
- ¿Cómo analiza los primeros 100 días del presidente, Iván Duque?
Muy flojo. El presidente ha dicho que su reto es que trabajemos unidos, pero no sabemos unirnos para qué ni por qué. Eso refleja que no existe un proyecto de país, no existe un norte de país, y cuando quien conduce no tiene esas condiciones, estamos en problemas y eso es lo que hemos visto. No es que no sea buena persona, que no tenga condiciones personales respetables. Si esto lo va a transformar, está por verse; pero nunca había gobernado, y gobernar y liderar es muy difícil.
- Se dice que el presidente ha pasado por una oposición muy fuerte.
Pero la principal oposición ha sido de su propio Partido (Centro Democrático), porque realmente la oposición ha sido ínfima. Los estudiantes salieron a las calles a manifestarse por llamar la atención sobre la educación superior pública, que creo es una protesta razonable, que con unas excepciones ha sido pacífica. El Gobierno se equivocó enormemente al llamar a los rectores a negociar y se le olvidó o no quiso considerar a los estudiantes, que fueron los que salieron a la calle a reclamar. Ya están conversando, esperemos que terminen bien.
Debilidades
- El centro de su campaña a la presidencia fue el tema educativo, ¿qué recomendaría al Gobierno para superar la crisis?
Los dos temas centrales de mi campaña eran la lucha contra la corrupción y la educación. Hoy estamos viendo el fantasma de la corrupción, que ronda a todo Colombia y se convierte en insatisfacción entre la ciudadanía, y en educación estamos viendo las protestas de los estudiantes. Teníamos una propuesta, que un día después de ganar las elecciones estábamos convocando al gran pacto nacional por la educación, y a todos los sectores de la sociedad y a la comunidad internacional para hacer un plan Colombia, no para la guerra sino para la educación con cooperación internacional; discutir los impuestos para apostarle a la educación pública. He insistido, las voces de los estudiantes son razonables. Una alternativa es, estamos en la discusión de Plan Nacional de Desarrollo para los próximos cuatro años, es una oportunidad para convocar a los estudiantes, para discutir el tema de la educación. Que aproveche los reclamos justos de los estudiantes para comenzar la discusión con ellos, y que el país empiece a participar.
- ¿Como Compromiso Ciudadano sienten que el discurso de convocatoria del presidente Duque no se ha traducido en hechos?
No. Voy a dar ejemplos para que me entiendan cuando digo que no existe capacidad de congregar ni de dirigir. Convocatoria para la lucha contra la corrupción en la Casa de Nariño, allá estaban Timochenko, Petro y todos listos; después de eso ¿qué ha pasado?, nada. Los proyectos se los han hundido en el Congreso, ¿han vuelto a llamar a la gente?, ¿ha habido alguna medida especial para luchar contra la corrupción?, no. Hoy tenemos a Odebrecht como un hecho de corrupción notable, y el presidente es un espectador de lo que está ocurriendo, no ha aparecido por ninguna parte. A La Guajira fue a visitar a Joaquín Gómez, de los más beligerantes de las Farc, fue hasta allá para hablar con él y los guerrilleros. Hecho tremendo. Después, ¿qué ha pasado?, nada. La gente no le cree.
- ¿Qué piensa de las medidas del Gobierno para tapar el hueco fiscal en Colombia?
En campaña dije: no puedo prometer rebajar los impuestos porque es una irresponsabilidad en la situación en que está Colombia, y al lado mío el hoy presidente se reía y decía: vamos a bajar los impuestos, vamos a quitarle las cargas a las clase media, vamos a tener seis días al año sin IVA. Ahora están haciendo una colcha de retazos. Si esa es la forma como tratan el tema tributario, cómo será el país que tienen en la cabeza, porque los impuestos están relacionados con el modelo de desarrollo que queremos para el país.
* Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos
Antes de terminar Santos escribí una carta a mano, dándole las gracias por el proceso de paz, que de todas formas fue un avance. Su gobierno, que me tocó como gobernador de Antioquia, avanzó en ciertos temas, pero tuvo una condición nefasta para Colombia que está asociada con la palabra mermelada y con la forma de la política a cambio de favores, puestos y contratos.
* Situación del fiscal general de la Nación
Tremenda, creo que se necesita un fiscal ad hoc, pero la forma como van apareciendo las cosas pone en entredicho la capacidad del fiscal para ser la persona que represente la expresión máxima de la justicia en Colombia. Estamos en una situación difícil en Colombia, no hay la menor duda. Son momentos difíciles para esta democracia.
* Lo que pasa con Gustavo Petro
Sufre un envión muy grande desde una perspectiva que no es transparente. Sé lo que ocurre cuando personas por fuera del establecimiento, y enfrentándose a una parte de ese mundo de la política tradicional, oscuro, que es donde anida buena parte de la corrupción en nuestro país, nos atrevemos a participar. No se alcanzan a imaginar la cantidad de demandas y artimañas de todo tipo que utilizan para sacarnos de la vida política.
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