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Haber sido sede de los XXII Juegos Deportivos Nacionales y VI Paranacionales del 2023 se desperdició en Manizales en cuanto a infraestructura deportiva. Han pasado tres meses desde su realización y de cinco escenarios, anunciados para estas justas en la ciudad, solo la pista de ciclomontañismo en el Bosque Popular estuvo terminada a tiempo. Es una lástima que quienes actuaron como gobernantes (Carlos Mario Marín y Luis Carlos Velásquez) y sus gabinetes no se hayan puesto la camiseta para trabajar en equipo y que el legado de hoy fueran espacios modernos y reglamentarios a disposición de eventos locales, regionales, nacionales e internacionales.
Esa era parte de la ganancia de ser ciudad sede; pero hubo miopía de los dirigentes, celos políticos, rivalidades, anhelos de figuración, desorden administrativo y falta de planeación para concluir los escenarios deportivos iniciados. Esto no solo representa ahora una carga adicional para la Alcaldía como ejecutora y contratista, también se está privando a deportistas, ciudadanos y al propio municipio del uso de estas áreas para el desarrollo de competencias y de paso permitir dinamizar la economía.
Pusieron a soñar con un patinódromo y coliseos Mayor y Menor de la Unidad Deportiva Palogrande remodelados, proyectos que fueron sometidos a prórrogas de los contratos, y lo más grave, a sobrecostos. Aunque hay unos más adelantados, como el Menor que desde esta semana quedó a disposición del público, en todos faltan obras. También privaron a la ciudad de tener un coliseo Multipropósito, que no se hizo por diferencias entre las administraciones, y de la remodelación del Complejo Acuático del Bosque Popular, que debido a la demora para conseguir la licencia de construcción la Gobernación liquidó el convenio con el Ministerio del Deporte.
El de mayor retraso es el Coliseo Jorge Arango Uribe, va en 40% de ejecución. Demandó una inversión inicial de 12.842 millones de pesos que aportó el Mindeporte, la Alcaldía adicionó el año pasado al contrato 4.176 millones de pesos y ahora para poder terminar en agosto faltan 3.400 millones de pesos, de los que no se dispone. De esta seguidilla de errores no se puede sustraer el Mindeporte, al que le faltó una interventoría más técnica para detectar inconsistencias, exigir el cumplimiento de plazos y evitar que las obras hoy estén requiriendo más prórrogas y recursos públicos.

Se equivoca el presidente Petro cuando expresa que haber creado un Ministerio para esta área es una pérdida de tiempo, porque se dedica a construir y no a apoyar deportistas. Pero si no hay escenarios para la práctica del deporte, cómo entonces se van a formar atletas de excelencia. La Secretaría de Deporte de Manizales deberá entregar el Coliseo Mayor sin fachada exterior, sin silletería, sin red contra incendios, sin tablero electrónico. Es decir, a medias. Este escenario terminará costando 20.418 millones de pesos y para completar, por cuestiones técnicas que no se contemplaron desde el inicio, ni siquiera desde el Ministerio, tendrá que reducir su aforo, de 3.600 personas a 1.782. Todo mal.