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Acercar, comunicar, generar desarrollo, mejorar condiciones de vida, reducir tiempos de desplazamiento; todos son atributos de una vía, pero mal manejada y sin controles se convierte en un gran problema para los que se quería beneficiar con esa obra. Es lo que está sucediendo con la vía Manizales-Murillo, desde el paraje La Esperanza hasta el municipio tolimense, catalogada entre los tramos que ofrecen mayor belleza natural del país, pero por donde se están dando impactos negativos ambientales y de movilidad que exponen al ecosistema de páramo de esa zona en donde se encuentran quebradas, frailejones, musgos y otras especies de flora y fauna silvestre.
En esta zona, clasificada de amortiguación ambiental del Parque Nacional Natural Los Nevados (PNNN), dentro del que está el volcán Nevado del Ruiz, los problemas fueron advertidos por LA PATRIA desde el 3 de marzo del 2021, momento para el que allí ya se registraban actividades antrópicas, esas generadas por los humanos. Arrojaban basuras, quemaban pólvora, llevaban música a alto volumen, practicaban motocross e ingresaban por rutas prohibidas y con operadores turísticos no autorizados. Corpocaldas, Policía Ambiental y el Parque anunciaron medidas parar frenarlo, reportaron 13 sanciones impuestas a visitantes.
Eso fue hace tres años, cuando estaba en construcción la vía Manizales-Cambao pasando por Murillo, por donde hoy, ya terminada, ha aumentado la afectación a este ecosistema con una mayor circulación de todo tipo vehículos, la presencia de un turismo no regulado y el ingreso sin permiso a las áreas protegidas, como de nuevo denunció este medio. Los operadores turísticos están en medio de una controversia, porque mientras se benefician comercialmente de esos flujos, a la vez ven cómo se perjudica el medioambiente que es el que los identifica.
Esta zona urge la presencia de autoridades para que ejecuten acciones reales, no disposiciones temporales; porque si desde 2021 se hubiese acudido a erradicar los problemas, hoy esta vía no la estarían usando para transitar vehículos de carga pesada, lo que está prohibido. La concesión Alternativas Viales, constructora del tramo, ratifica que no pueden circular camiones, buses o tracto camiones con medidas superiores a 7 metros o con capacidades mayores a 4,5 toneladas. Desde el ingreso a este trayecto, en el sector La Esperanza sobre la vía al Magdalena, debería existir un primer control con presencia de Policía, de tránsito y ambiental, y personal del PNNN evitando que se den estos exabruptos; igual por el trayecto desde Tolima.

Se requiere además conciencia ciudadana, de propios y de visitantes, para cuidar esta riqueza natural. En manos del humano recae en primera instancia la preservación del entorno, si no hay conductas adecuadas, respeto a las normas, no habrá autoridad suficiente para resolver problemas como estos. Sí se requiere más voluntad y acción de los dos departamentos, Caldas y Tolima, para enfrentar a los infractores, pero los primeros llamados a no atentar contra este ecosistema de páramo son los que viajan por esa zona y la visitan. Solo así se conservará su esplendor.