Un turismo con mayor fuerza

Durante el año pasado llegaron al Eje Cafetero 52 mil turistas extranjeros, atraídos por los encantos de esta región, que se ha posicionado como el segundo destino más apetecido en Colombia después de Cartagena. La declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco ha servido para generar interés creciente en otras latitudes acerca de lo que pueden disfrutar en esta zona del país, y seguramente hacia futuro esta tendencia se mantendrá, lo que les plantea a Risaralda, Quindío y Caldas enormes desafíos en materia de servicios, con el propósito de lograr que quienes hoy nos visitan regresen e inviten a otros a conocer nuestros atractivos.
En el contexto de Colombia la industria del turismo ha ido en ascenso en los años recientes, en buena medida gracias a la desactivación del conflicto armado con las Farc y a la nueva atmósfera de tranquilidad que se respira en lugares que antes no era posible visitar debido a la violencia. Eso ha llevado a que en menos de una década se duplique la cifra de turistas internacionales en el país, y que hoy estemos en cerca de 6 millones de visitantes anuales, realidad que llevó a expresar recientemente al presidente Iván Duque que el turismo es el nuevo petróleo colombiano.
En ese marco general el Eje Cafetero es protagonista y debe continuar siéndolo y de manera mucho más destacada. Hoy se tiene una oferta principalmente enfocada en turismo de experiencias y gastronómico, donde el avistamiento de aves ocupa un lugar especial. No obstante, tenemos en la región problemas de conectividad y de infraestructura aeroportuaria que se convierten en lastre para un crecimiento mayor de esta industria, además de la necesidad de perfeccionar productos turísticos y mejorar el tejido de servicios para que sean de mayor calidad y a la altura de las exigencias de los visitantes internacionales. El turismo de reuniones puede tomar un mayor vuelo, sobre todo aprovechando las condiciones de Manizales como ciudad universitaria.
Esto hace que proyectos como el Aeropuerto del Café cobren una relevancia mayor, sobre todo por los problemas que afectan a La Nubia y que lleva a la permanente cancelación o desviación de vuelos, que se convierten en obstáculos serios para un turismo de mayor impacto. La esperanza que es, como fue su compromiso de campaña, el presidente Duque se decida a aportar recursos para poder avanzar en el modelo de Asociación Público Privada y asegurar que en los próximos años se concrete esta iniciativa. Para Caldas Aerocafé es una prioridad y la oportunidad de coordinar con los departamentos vecinos una estrategia que ayude a generar recorridos de alto valor agregado para los turistas interesados en disfrutar de esta región colombiana.
Contamos con ofertas interesantes en torno a la cultura del café, pero también aguas termales, el Parque Natural Nacional de los Nevados y otros atractivos naturales a los que se les debe dar un manejo mucho más estructurado y consistente. Se tienen pueblos patrimonio como Salamina y Aguadas que sufren dificultades para su comunicación terrestre, y por eso es fundamental que se trabaje en mejorar las vías para sacarle más jugo al turismo. Ahora que se cuenta con la Región Administrativa de Planificación (RAP) del Eje Cafetero tiene que dársele prioridad a la integración de los tres departamentos en este sentido y que los turistas puedan quedarse varios días o semanas completas en la región, disfrutando de una oferta variada.

Desde el Gobierno Nacional es muy importante que se cuente con una bien estructurada política de turismo, que ayude a nuestra región con inversiones estratégicas para lograr una mejor infraestructura y servicios de alto nivel para los visitantes.