Después de la larga campaña política que terminó el domingo es necesario que todos hagamos un alto en el camino y pensemos cómo podemos hacer, desde cada uno, para aportar a una Colombia reconciliada. Las campañas políticas en general, y la particularidad de la actual entre dos modelos distintos que estaban en disputa, generaron toda clase de señalamientos, distancias. Esto con ayuda de las redes sociales, que mal manejadas ayudan a exacerbar los ánimos y poco a realizar diálogos verdaderos sobre las diferencias entre unos y otros.
El primero en dar el paso para lanzar un mensaje de reconciliación fue el presidente electo, Iván Duque, quien al comenzar su discurso tras las elecciones el domingo pasado, dijo: "Una nueva generación llega a gobernar con todos y para todos". Ojalá esta sea la actitud que se mantenga en estos días y se traslade a muchos de sus seguidores. El asunto es cómo trascender del discurso políticamente correcto a acciones que determinen un verdadero gobierno para todos, incluidas las minorías.
La polarización del país en los últimos años abrió grandes heridas entre los colombianos y es necesario sanarlas de la mejor manera. Para ello es clave que sus líderes, empezando por quienes fueron candidatos en esta campaña, capaces de convocar a miles de ciudadanos, transmitan mensajes de que estamos dispuestos a aceptar a los demás en la idea de país que concebimos. Si se pueden hacer alianzas políticas con quienes hasta hace unos días eran los rivales, por qué no tratar de entender a los otros que piensan tan diferente a mí. No se trata de unanimismo bobalicón, en el que todos vayamos para el mismo lado. Al contrario, lo que importa es que sepamos que este es un país muy grande y diverso como para intentar sostener una sola idea de él.
De esta manera podemos caminar hacia unos mínimos éticos como sociedad. Que se respeten las libertades ciudadanas, que se protejan los ecosistemas, que se camine hacia una mayor justicia social, que se respete la independencia de la justicia y que esta admita las reformas que necesita, entre otros temas. Para esto necesitamos ser muy creativos y flexibles, ser capaces de adaptarnos a las circunstancias, entender que tenemos un pasado común, que todos somos parte del mismo país, que las víctimas no tienen por qué seguir soportando sufrimientos y que como nación podemos caminar juntos a un mejor país.
Hoy nos levantaremos todos con el corazón puesto en el partido con el que la Selección Colombia de Fútbol se estrena en el Mundial de Rusia. Qué buen motivo para empezar a unirnos, como lo logra siempre el equipo de todos, pero tenemos que ser capaces de trascender ese orgullo por nuestros deportistas a otros temas que nos conduzcan a la reconciliación.
El Gobierno puede dar ejemplo, la oposición puede intentar hacer acuerdos en temas clave que el país necesita, y ese sería un comienzo, pero cada uno de nosotros debe empezar por desarmar los espíritus. Dejar de juzgar a los demás porque piensan distinto. Creer que la única motivación para votar por la derecha es que se apoya el paramilitarismo o que votar por la izquierda es porque se apoya a la guerrilla es una forma de negarse a entender que el mundo está lleno de matices y que en un país tan colorido como el nuestro, necesitamos hacerlo grande entre todos los colores que vemos en él.
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