Turismo: fuente de riqueza

4 millones 388 mil 815 turistas internacionales, cerca del 10% de la población colombiana, disfrutaron durante el 2018 de los atractivos y bellezas de nuestro país. Así lo dio a conocer Migración Colombia, que hizo énfasis en que es la primera vez en la historia nacional que se alcanza esa cifra, que implica un incremento del 10,4% con respecto al dato de hace un año y el doble del crecimiento mundial del sector que fue del 5%, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Las posibilidades de consolidar esta tendencia son muchísimas, por lo que el país tiene que hacer esfuerzos para prestar seguridad y confianza a quienes llegan en busca de nuevas experiencias.
Estas cifras corresponden al resultado de aplicar una nueva metodología ajustada por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en la que se descuentan todos aquellos que ingresan por fronteras, como es el caso de los migrantes venezolanos que en alta cantidad han llegado y se han establecido en Colombia. Este incremento de turistas extranjeros implica también alzas significativas en el consumo de bienes y servicios en nuestro país, que según cálculos hasta septiembre del 2018 llegaba a los 3.955 millones de dólares, lo que según el Banco de la República correspondió a un aumento del 14,4% en el gasto con respecto a igual periodo del 2017.
Esto muestra que los avances logrados con la desactivación del conflicto armado con las Farc se han traducido en una decisión abierta de turistas internacionales de venir a Colombia a gozar de todo el encanto que poseemos. No en vano grandes medios del mundo recomiendan hoy los viajes a nuestro país como opciones de primer orden, lo que se refleja en la llegada cada vez más abundante de visitantes de todas las nacionalidades. Solo este asunto demuestra la conveniencia de avanzar en la paz y abandonar la guerra para siempre, que además de absurda es una talanquera para la economía.
Hay que resaltar que actualmente toda la industria hotelera en el país está en franco crecimiento y expansión, así como la ampliación de los rutas aéreas. Las normas que promueven este tipo de inversiones evidencian efectos muy positivos que vale la pena seguir impulsando, porque en poco tiempo podría llegarse a la ambiciosa meta de 10 millones de visitantes internacionales, lo que plantea el desafío de contar con una cada vez mejor infraestructura y esquemas consolidados de servicios turísticos que estén a la altura de las expectativas.
En Caldas y el Eje Cafetero los retos en esta materia son mayúsculos, por lo que se necesita profundizar el trabajo en mejorar los productos, elaborar nuevas rutas, acondicionar la infraestructura y avanzar más rápido en bilingüismo y altos estándares de servicio al cliente. Nuestra región también puede sentir de manera directa y positiva el acelerado crecimiento del turismo, pero se necesita un mayor compromiso de los sectores privado y público para trabajar de la mano, y sacar el mayor provecho a lo que ya nos aporta la naturaleza y solo necesita una administración seria y sostenible para generar empleo y riqueza económica. Podría incluso llegar a ser el principal generador de divisas.

Sería una lástima no aprovechar adecuadamente el gran interés que hoy Colombia y su zona cafetera despiertan en el resto del planeta, y peor aún no cuidar de manera adecuada nuestros atractivos turísticos y no mejorar los servicios que prestamos, lo que podría conducir al fracaso del sector en el mediano y largo plazo. Caldas tiene mucho que aprovechar en estos momentos, y exigir su inclusión junto al resto del Eje entre las Zonas Turísticas Especiales (ZTE) que tendrán beneficios tributarios para impulsar el desarrollo de una infraestructura turística de alto impacto.