Nos hemos acostumbrado a que lo "normal" sea que, por lo menos, una persona muera asesinada en Manizales cada mes. Inclusive, una sola persona mensual sería un éxito de las estrategias de seguridad, pero la realidad es que cada mes, como mínimo en promedio, se contabilizan 5 homicidios en Manizales. Fue lo ocurrido en el 2017, cuando la cifra llegó a los 68 asesinados en todo el año, la más baja desde que se tienen estadísticas, las mismas que nos dicen que a comienzos de la década pasada se asesinaba en la capital caldense casi que una persona cada día. Sin duda hemos mejorado mucho en esta materia, pero todavía queda una gran tarea por delante.
En esta dirección, hay que celebrar que Manizales se esté acercando a completar 50 días sin homicidios. De hecho el pasado 15 de mayo se llegó a 45 días en esta condición, lo cual nos alegra bastante, porque cualquier vida que se pierda en forma violenta, sin importar quién sea la víctima, es una gran pérdida para una sociedad; ninguna persona debería morir asesinada, no hay "buenos muertos" como algunos dicen, sino que una sociedad civilizada y madura debería poder solucionar sus conflictos de manera racional, sin apelar a las agresiones físicas, y menos al asesinato. En Colombia sí que necesitamos entender esto de manera profunda.
Estamos, sin duda, ante una cifra histórica, como es catalogada por la Policía y las autoridades municipales. El récord más reciente se había logrado en abril del 2015, cuando pasaron 22 días sin asesinatos, menos de la mitad de lo que se acumula hoy, días que ojalá puedan seguirse extendiendo, al menos, hasta terminar el año. Ahora bien, siendo realistas, sabemos que en cualquier momento este récord va a terminar y tendremos de nuevo el sinsabor de que la violencia reaparece, pero también es verdad que ya se logró demostrar que podemos vivir sin homicidios, que lo normal no es que los haya, sino que un asesinato siempre será anormal, indeseable, irracional, algo que debe impedirse a toda costa.
En este contexto, es muy bueno que al comparar los primeros cuatro meses del año pasado con igual periodo del presente se tenga una reducción del 54% en homicidios. En cifras, mientras que para la fecha se habían reportado 28 casos el año pasado, en lo que va del 2019 el acumulado es de 13. Al compararnos con las vecinas Pereira y Armenia nos va muy bien, ya que en ellas, respectivamente, fueron 40 y 23 hechos lamentables. Esto nos desafía a mantenernos firmes en esta tendencia que, infortunadamente, se rompió el año pasado, cuando después de cerca de 15 años de descenso constante en las cifras, volvieron a subir en forma leve (de 68 homicidios en el 2017 se subió a 77 en el 2018). Hoy estamos en un nivel de unos 10 homicidios por cada 100 mil habitantes, un guarismo muy cercano al promedio mundial de 6,9, aunque todavía falta.
Los jefes de la Policía y el alcalde, Octavio Cardona, señalan que los golpes a las ollas del microtráfico, el control a las riñas de habitantes de la calle en la Galería y la conducción de las personas ebrias y de los consumidores de droga en las calles al Centro de Traslado por Protección de Las Américas, han sido fundamentales para impactar de esta manera en la reducción de los homicidios. En igual sentido las capturas de reincidentes en ataques con puñal, así como los allanamientos a lugares donde se sospecha que hay armas, vienen dando resultados. Esas son estrategias que habrá que mantener y fortalecer, para asegurar que la buena racha de tranquilidad en Manizales se extienda.
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