A recuperar el Centro

El Centro de Manizales es un lugar activo y lleno de vida durante el día. No es propiamente inseguro en las mañanas y tardes, aunque no faltan los hechos que le ponen algún lunar. Los manizaleños lo visitan con confianza y disfrutan de su comercio; quienes no conocen el Centro y lo recorren con visión de turista se van sorprendidos por la belleza de las construcciones, gran cantidad pertenecientes al estilo arquitectónico republicano y muchas de ellas bien conservadas. Sin duda, el Centro Histórico de Manizales tiene un valor especial, y por ello vale la pena hacer esfuerzos para evitar que se deteriore más y recuperarlo.
La situación cambia cuando empieza la noche, y la inseguridad reina. Aunque la Secretaría de Gobierno Municipal asegura que se hacen permanentes operativos en la zona, la verdad es que los ciudadanos prefieren no exponerse y el Centro de Manizales, que podría tener más vida y ofrecer atractivos turísticos interesantes, como lo hacen otras ciudades, se queda solo o recorrido únicamente por quienes buscan hacer sus fechorías en el submundo de la delincuencia u otras prácticas ilegales.
De un tiempo para acá, incluso durante el día, las calles que circundan la Gobernación de Caldas se han vuelto foco de la prostitución, actividad que toma más relieve durante la noche. Cuando oscurece también se encuentran ventas informales de comidas y dulces, que no tienen nada de malo, pero en medio de la oscuridad también rondan personajes que buscan hacer su agosto con alguna persona que se atreva a ir al Centro a esa hora. En algunos lugares el olor a alucinógenos es revelador, y hasta aparecen falsos vigilantes que también tratan de aprovechar el momento.
En un reportaje publicado el pasado domingo en LA PATRIA se muestran evidencias del peligro que corren quienes van al Centro en las noches. La presencia de las autoridades no es suficiente para garantizar tranquilidad, y aunque existe la Asociación Cívica Centro Histórico de Manizales, que viene trabajando para recuperar el lugar y exaltar sus valores turísticos, solo si los ciudadanos retoman la confianza de desplazarse por allí sin mayor riesgo a cualquier hora del día o de la noche, será posible gozar de todo el potencial turístico de la zona.
Desde la Alcaldía y el Invama se viene anunciando un trabajo en el alumbrado público del Centro, con el propósito de resaltar los atractivos de la arquitectura, haciendo eco de las iniciativas de los ciudadanos de la Asociación Cívica, pero de poco serviría hacer dicha inversión si la gente no puede disfrutar el lugar con tranquilidad. Estamos convencidos de que no solo se trata de aportar una precaria vigilancia, sino de establecer una completa estrategia que le devuelva la vida al sector, y que se pueda disfrutar con tranquilidad.

Gran parte de la apasionante historia de Manizales se respira en esta zona, pero no se ha hecho lo suficiente para detener su deterioro. En otras ciudades del mundo lugares como este tienen vida propia a toda hora, y en el caso de la capital caldense la firma británica Atkins recomendó hace un par de años que la zona se habilite para vivienda universitaria y se incentive una gran dinámica cultural. En ese sentido se ha hablado de la posibilidad de crear el Paseo de los municipios, en el que haya muestras de toda la cultura y la gastronomía de los pueblos de Caldas, pero aún no se concreta. Debería aprovecharse el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para introducir cambios en el uso del suelo, buscando fomentar el surgimiento de una dinámica nocturna sana.