Colombia se ha puesto como meta ser el país más educado de Latinoamérica en el 2025. Para lograrlo no basta con repetirlo, sino que se requieren acciones concretas que nos encaminen a hacer de este propósito la prioridad del actual y de los próximos gobiernos. Además de que será clave que se sintonicen las administraciones territoriales y locales. Solo así será posible cumplir con tamaño propósito, pues debemos tener en cuenta que no partimos precisamente de lugares privilegiados, sino que falta mucho camino por recorrer.
Por este motivo es que debe celebrarse que la Administración departamental de Caldas ha entendido perfectamente que la educación es el mejor camino posible para construir el país del postacuerdo. Es así como respondió pronto a la propuesta que en su momento lanzó el Ministerio de Educación Nacional de modernizar la infraestructura educativa y lo logró con creces. Pronto empezarán los trabajos en 27 sedes educativas de toda la región. Algunas desde cero y otras para mejorar las instalaciones de lo que hoy se tiene. 
Estamos hablando de una inversión que difícilmente puede encontrar antecedentes: $81 mil millones serán los que se inviertan en Caldas con este propósito, un esfuerzo de la Nación y del Departamento, en un acuerdo de cofinanciación, y que nos obliga a todos a ser parte de este objetivo colectivo, que debe superar cualquier desavenencia política y entender que si debe haber una apuesta de Estado ésta debe cifrarse en la educación. En estos trabajos también se incluyen recursos entregados por el Fondo Adaptación por obras de ola invernal, en colegios que resultaron afectados en el pasado fenómeno de La Niña.
Los actos simbólicos que ha encabezado el gobernador, Guido Echeverri Piedrahíta, en cada una de las sedes que serán lugar de las obras demuestra que Caldas viene entendiendo muy bien tal objetivo, como lo hicieron los manizaleños en el 2011 cuando a través de un voto por la educación se comprometieron a hacer de esta lo más importante en sus hogares y, al mismo tiempo, les exigieron a las autoridades que también la pongan en el primer lugar.
LA PATRIA, en un informe del viernes pasado pone en escena la inversión que tendrá cada sede beneficiada. Si las comunidades nos empoderamos y entendemos que la inversión pública se hace con nuestros impuestos, en colegios que favorecerán a nuestros niños, y comprendemos que eso nos obliga a cuidar los recursos y hacer veeduría de ellos y de las obras, habremos logrado algo muy importante, en un país que se ahoga en la corrupción.

En el caso de Manizales también hay anunciadas cifras importantes de inversión para los colegios, con el fin de hacerlos más seguros y modernos. En total, según el alcalde Octavio Cardona, serán unos $80 mil millones que esperamos cumplan con el propósito de seguir impulsando a la capital de Caldas como ciudad con vocación educadora. Este periódico también estará atento a esas inversiones y a los seguimientos que haga la comunidad. Es una oportunidad de oro que no puede quedarse en largas como le ha sucedido al Colegio Juan Pablo II de La Dorada, que siete alcaldes después no ha podido ser terminado.