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En el momento más complejo para el presidente Donald Trump, en lo que lleva de gobierno, debido a sus cuestionados vínculos con Rusia, se dará hoy en Washington la reunión oficial del mandatario estadounidense con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Será una hora en la que, seguramente, se hablará de paz, narcotráfico, comercio bilateral y cooperación en diversas áreas, inclusive acerca de Venezuela. Como antesala del encuentro, el Congreso de los Estados Unidos, de mayoría republicana, aprobó recientemente 450 millones de dólares de ayuda para financiar el programa Paz Colombia en el 2017, lo que muestra un ánimo favorable para nuestro país.

Al término de la reunión de los dos mandatarios los colombianos podremos hacernos una idea más clara de cómo serán las relaciones de nuestro país con la Casa Blanca en los próximos meses y años, y qué podremos esperar del presidente Trump mientras esté en ese cargo. Históricamente los vínculos de Estados Unidos con nuestro país han reflejado un sentimiento de mutua confianza que sería conveniente mantener, pese a las características particulares del actual presidente norteamericano, quien ha demostrado que en cualquier momento podría tener virajes radicales en sus posiciones.

Lo mejor para Colombia, desde luego, es que el gobierno de los Estados Unidos mantenga firme su respaldo a la construcción de la paz, que no solo favorece a nuestro país por el descenso en los hechos internos de violencia, sino que nos hace más atractivos para las inversiones y para el turismo. En ese sentido, ojalá que pudieran consolidarse unas relaciones comerciales más estrechas, que en lugar de romper lo que ha sido el Tratado de Libre Comercio lo consolide y se abran nuevos escenarios para los exportadores colombianos. Es claro que nuestro país ha incrementado la compra de productos allí, especialmente cereales, que han remplazado a los que antes se adquirían en otros países.

Sabiendo de las habilidades para los negocios del magnate inmobiliario y de que es lógico que alguien como Trump prefiera tener relaciones con un país en paz que con uno en guerra, esperamos que preste oídos sordos a las peticiones de algunos que preferirían que se le quitaran todas las ayudas económicas a Colombia o que se diera un enfoque más guerrerista a dicha amistad. Como lo aseguró el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, durante lo que va del 2017 se alcanzaron las cifras de erradicación de coca de todo el año pasado, lo que demuestra que el método manual y voluntario está dando buenos resultados, y no hay argumentos para dar marcha atrás.

Además, con el programa que acaba de lanzarse para que cerca de 80 mil familias que se dedican a la coca en Colombia cambien esas plantaciones por otras legales, no solo mejorará la seguridad alimentaria del país, sino que se podrá avanzar más en la eliminación de ese cultivo ilícito, dejando a un lado losargumentos que podrían tener los Estados Unidos en el futuro para desmontar su respaldo. Esperamos que toda esta política le funcione bien al Gobierno, para que se consolide el apoyo a la construcción y consolidación de la paz en Colombia.

También son de gran importancia las reuniones que Santos viene sosteniendo con empresarios y líderes de los partidos demócrata y republicano en el Congreso, quienes siguen demostrando confianza en el futuro de Colombia y saben que nuestro país es un importante aliado de los Estados Unidos en su relación con el resto del continente americano. Eso, unido a una buena química entre ambos presidentes, puede ayudar a que nuestro país no solo avance más fácil en la construcción de la paz, sino en el establecimiento de condiciones sociales y económicas más favorables.