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El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, asegura que los operativos en contra del frente Oliver Sinisterra, disidencia de las Farc al mando de alias Guacho, están dando resultados con 18 allanamientos y 14 capturas, luego del asesinato de tres miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía el pasado miércoles en la vía entre Tumaco y Pasto (Nariño). Esto se suma al asesinato de una pareja ecuatoriana en territorio de Colombia, hace unas semanas, y el triple crimen de tres periodistas del diario El Comercio de Quito, que antes fueron secuestrados en la zona de frontera, del lado de Ecuador.
Debido a las acciones criminales de esta banda, de la que el vicepresidente de la República, Óscar Naranjo, afirma que es un grupo al servicio de mafias de narcotraficantes con mayor poder y tentáculos en México y Estados Unidos, se tiene desplegado un amplio operativo en la zona con cerca de 10 mil miembros de las Fuerzas Militares colombianas y la fuerza pública del vecino país, pero todavía no se tienen pistas claras de alias Guacho, quien pese a todas las acciones violentas que viene cometiendo desde hace meses, apenas ahora se le reconoce como un hombre sangriento y sin escrúpulos.
Es verdad que la zona en la que se mueven este criminal y sus secuaces es de carácter selvático, de difícil acceso, de terreno muy quebrado y con condiciones meteorológicas húmedas que dificultan las operaciones militares, pero es necesario seguir haciendo todos los esfuerzos para dar con su paradero y llevarlo ante la justicia para que responda por sus atrocidades. Ya es hora de dar resultados concretos. Según el Ministerio de Defensa han estado a punto de capturarlo en varias ocasiones y recientemente en su escapada dejó dos computadores que actualmente son analizados para saber más acerca de sus actuaciones delictivas.
Para hacer más confuso todo lo que viene ocurriendo alrededor de esta banda en la zona limítrofe, se conoció recientemente acerca de los mensajes telefónicos y las llamadas entre Guacho y un coronel de la policía ecuatoriana, ocurridas en febrero pasado (antes del asesinato de los periodistas), con las que al parecer se avanzaba en una especie de acuerdo secreto para un cese al fuego en la región de Esmeraldas, al norte de Ecuador. Sobre esto hay muchos interrogantes que el vecino gobierno debe investigar y explicar de manera precisa.
El presidente Juan Manuel Santos asegura que quien es considerado el enemigo número 1 de la frontera colombo-ecuatoriana pagará por sus crímenes al lado del resto de esa organización criminal, calculada en unos 300 hombres. Ojalá que antes de terminar su gobierno este asunto esté resuelto y que las otras bandas criminales y disidencias que actúan en el resto del país y que causan terror en las comunidades decidan acogerse a la nueva Ley de Sometimiento a la justicia, que les permite acceder de manera colectiva al aparato judicial y obtener beneficios bajo el compromiso de no volver a delinquir.

Esperamos que como consecuencia de las capturas de las horas recientes surja un ágil y efectivo proceso investigativo que permita no solo profundizar y llegar a alias Guacho, sino descifrar todo el fenómeno mafioso que se mueve por esa amplia zona del suroccidente del país, que se ha convertido en el principal puerto de desembarque de los mayores cargamentos de drogas ilícitas desde Colombia hacia los mayores mercados consumidores en el mundo. Sin duda, es un fenómeno transnacional que debe ser atacado con toda energía y con inteligencia y coordinación del más alto nivel.