Regresaron a clases los colegios públicos en Manizales y los privados del calendario B, y los estamentos educativos empiezan a proyectar lo que serán los retos que se tienen para este 2018, en un tema al que el país, el departamento y la ciudad han querido apostarle, a veces con más entusiasmo que con hechos o presupuestos, pero que han demostrado progreso en los últimos años. La región es reconocida por sus esfuerzos en mejorar la calidad educativa, por sumarse a los programas nacionales que conducen en ese camino y porque los ciudadanos también creen en que es la educación la vía para un mejor desarrollo.
Prueba de esto el reconocimiento que recibió la semana pasada la Secretaría de Educación de Manizales por encontrarse entre los seis mejores en seguimiento, atención y diligencias de la enseñanza de las instituciones privadas, mérito que se suma a otros que le han otorgado antes por el Plan de Alimentación Escolar, por la mejora en pruebas Saber y en Pisa, además del Índice Sintético de Calidad.
Por este motivo, aquí no gustó el anuncio que hizo el Gobierno Nacional de reducir en una hora diaria el programa de Jornada Única, que busca que los estudiantes mejoren sus competencias en matemáticas, lenguaje y ciencias y que sirve además para que aprovechen de mejor manera el tiempo, que antes era libre. Para poder cumplir con las metas trazadas se han proyectado inversiones de unos 90 mil millones de pesos de los gobiernos Nacional, Departamental y locales que permitirán la mejora de 159 aulas y la construcción de 240 nuevas, que se empezarán a ver pronto en los municipios. Eso sin contar los $70 mil millones que presupuesta Manizales para sus colegios. De la mano de la exigencia debe estar también la garantía para que se mejore la prestación del servicio.
Los resultados en educación se ven desde que comienzan a implementarse las medidas. Por eso es clave continuar y aumentar el número de beneficiados con los diferentes programas con que se cuenta en Caldas y Manizales para cumplir con esos objetivos. Los cerca de 134 mil alumnos de primaria y bachillerato en colegios públicos en el departamento podrán validar los resultados con el tiempo, si se cumple la meta de 11 años para que en Jornada Única estén beneficiados a todos los estudiantes, incluso los del campo.
La meta de Caldas es que al finalizar el próximo año se encuentren 35 mil alumnos en Jornada Única. Ojalá sea así o se esté por encima de lo proyectado, pues dentro de las diferencias que se marcan en la sociedad la más evidente es la de educación. Un estudiante que no recibe la misma educación que otro, empieza desde ese momento a perder oportunidades que el Estado no le debería negar.

Es evidente que los planes se deben poner en práctica de manera paulatina, porque no se cuenta con los presupuestos ni las infraestructuras para aplicarlo de una vez, pero ojalá el equilibrio se logre de manera más rápida. Es importante que no se pierda de vista la importancia que tiene para los caldenses la educación. Si se continúa cumpliendo con las metas trazadas, si se innova en la enseñanza y si se mantiene el compromiso de todos los sectores vinculados va a seguir la mejora y se va a potenciar y el tiempo nos mostrará los resultados.