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La confirmación de la salida del técnico argentino José Néstor Pékerman del banco de la Selección Colombia nos deja ante la incertidumbre de cuál será el futuro de nuestro equipo nacional, que en lo que resta del año debe tener resuelto quién será el encargado de liderar el proceso deportivo en los próximos años. Justo es reconocer que en poco más de seis años en los que el estratega gaucho estuvo al frente del equipo se ganó confianza y la Selección volvió a tener credibilidad después de un largo bache de fracasos desde finales del siglo pasado.

Sin duda la disciplina y paciencia con la que Pékerman estuvo al mando durante este tiempo será algo que extrañaremos los colombianos, carácter que también impuso a los jugadores en el campo de juego, donde hoy se cuenta con los resultados de un proceso que ha sido muy favorable, y sobre el cual debe comenzar a construir quien llegue a ocupar esa posición. Quien sea, esperamos un estilo de trabajo serio y responsable, alejado de manipulaciones y con el único objetivo de extraer lo mejor de cada jugador y obtener logros importantes en equipo.

Nadie puede dudar de que fue en la época de Pékerman cuando se llevó a cabo la mejor campaña de la Selección Colombia en la historia, con dos clasificaciones consecutivas a mundiales de fútbol, y con un quinto lugar en el Mundial de Brasil 2014, donde también el volante James Rodríguez fue el mayor goleador del campeonato. Sin embargo, no se puede vivir de la nostalgia, y por el contrario hay que ser más ambiciosos y pensar en la posibilidad de no solo llegar a cuartos de final en un mundial, sino avanzar hacia instancias finales, y para eso se necesita tener un técnico que esté capacitado para afrontar la aventura de la eliminatoria al Mundial de Catar 2022, y profundizar allí las ansias de triunfo.

La Federación Colombiana de Fútbol tiene ahora el balón en su campo, y esperamos que le dé un manejo serio y consistente. No es el momento para improvisaciones, y por el contrario los dirigentes deportivos tienen la oportunidad de hacer olvidar el reciente escándalo de la reventa de boletas para las eliminatorias pasadas, tomando una decisión responsable que garantice un proceso ganador, sea con un técnico nacional o con uno extranjero, pero que sea garantía de transparencia y honestidad en el trabajo con los jugadores. Técnicos colombianos hay varios y muy buenos, y si es de afuera lo mejor sería que haya no solo empatía con el país, sino incluso que no haya barreras de idioma, por ejemplo, pues se especula con nombres de holandeses, portugueses, italianos y croatas, que tal vez no sean las opciones más idóneas.

Selecciones como Ecuador, Chile y Paraguay echaron mano de técnicos colombianos con miras a los desafíos que vienen (Hernán Darío Gómez, Reinaldo Rueda y Juan Carlos Osorio), por lo que no se ve razón para que estrategas colombianos como Luis Fernando Suárez no puedan ser tenidos en cuenta en la actual coyuntura por el equipo nacional. Ahora bien, la experiencia de un extranjero en el banco fue positiva y podría seguirse en esa línea, pero quien sea el seleccionado tiene en lo alcanzado por Pékerman un listón bastante alto por superar. Por ahora la Selección está bajo el mando de Arturo Reyes, de la sub-20, quien mañana y el próximo martes estará en el banco cuando Colombia enfrente en amistosos a Venezuela y Argentina, respectivamente, en Estados Unidos.