Siempre pensé que el récord de Dayro Moreno fue la gasolina que impulsó el motor de Once Caldas en esa exitosa racha que lo puso como equipo de moda en Colombia, prácticamente clasificado a la ronda semifinal y con elogiosos comentarios para técnicos y jugadores.

Guardadas las proporciones, lo que pasó con Argentina en la copa del mundo de Qatar. Era tanto el deseo por ver a Lionel Messi campeón, que la selección giró en torno de él, y sin que hubiera dependencia, el colectivo se volcó, ganó con autoridad, y celebró título.

La motivación cuenta, tanto como la estrategia, el rendimiento y el trabajo. En Once Caldas, y detrás de ese registro anotador sí que se notó, todos crecieron, la actitud fue positiva y de ñapa las cifras extraordinarias: sumó siete victorias en línea.

El compromiso fue general, desde la dirigencia, con un atractivo plan de mercadeo de boletas, el fervor del público que llenó el Palogrande y las respuestas en cancha. Hubo un ambiente único, que evocó las grandes gestas del club a comienzos de este siglo.

También por fuera, en donde hubo resonantes éxitos sobre Millonarios, Cali y Medellín. Dayro, en ese lapso marcó tres veces hasta llegar a los 225. Luego se le ganó bien al Tolima, pero también se dieron un empate en Pasto, y dos derrotas seguidas contra Fortaleza.

Un aparente bajón, que coincide con los 360 minutos sin marcar del goleador, haciendo

mella, igualmente, las ausencias de Billy Arce, fundamental hoy en el armado, y de Mateo

García, el volante de orden y equilibrio, calificado como el más regular de la temporada.

La precariedad de la nómina es inocultable, pero la Liga es impredecible. Miren los primeros ocho y los grandes que están eliminados y no da para tener un superfavorito. Hasta el mismo repunte de Once Caldas cabe entre las sorpresas de la temporada.

La última presentación contra Fortaleza fue mala: flojo nivel de juego, sin lucimientos individuales, líneas que no funcionaron, inexpresividad en ataque y hasta cambios desacertados. Y eso, sin ahondar en lo dicho por el técnico: "Nos confiamos".

Ocurrió contra Jaguares en la goleada 3-0, luego en el 0-0 con Pasto y ahora ante los bogotanos, que hicieron justa interpretación del compromiso, anotaron sendos golazos en momentos claves y mostraron disciplina táctica sin contar con una plantilla rimbombante.

Herrera desbarató la defensa después de la amarilla que mostraron al lateral Patiño, quien fue reemplazado por el central Palacios. Sacó a Araújo, que era el influyente arriba, soportando a Gustavo Torres todo el partido y luego excluyó a Cuesta por Cubides. Miró de reojo a Fortaleza y en una semana recibió doble repaso táctico.

Es injusto descalificar lo hecho hasta ahora por lo que sucedió en Techo, que parece un estadio maldito para el blanco, porque la campaña está muy por encima de lo presupuestado. Falta un punto. Con un empate esta noche en Palogrande, entrará de la mano con Santa Fe a la semifinal del torneo.

Además, con la tradición de ser fuerte ante los históricos y chico frente a los débiles, el calendario estaría en favor del Once Caldas, pues, aparte de los cardenales, Júnior será el rival del próximo sábado en Barranquilla y vendrá América en la jornada de cierre.

Interesante perspectiva, difícil sobre el papel, auspiciosa desde la experiencia. Con 28 puntos y nueve por disputar, no debería haber problemas para alcanzarla. Ya metidos, se abrirá la posibilidad de competencia internacional, que es el propósito trazado. Aquí lo importante es llegar, y la meta está a escasos metros.

Hasta la próxima...