Con oraciones breves cultivas con Dios una relación de amor, vives con él y caminas en su presencia.   
Mientras caminas, te bañas, o esperas, repite en tu mente plegarias de dos o tres palabras: 
Dios, te amo, en ti confío, eres mi luz, eres mi paz. Señor, estás conmigo, eres mi descanso.
Amado Creador, eres mi Buen Pastor. Gracias Dios por tu gran amor. Padre creo en ti y creo en mí.
Dios eres fuerza ante la adversidad y la mejor compañía en mi soledad.
Gracias, Señor, por ser luz en mi camino; eres fuente de alegría y me llenas de armonía. 
Me amas y te amo amado Dios, ye alabo, te adoro y te bendigo. Eres el amor de mi vida.
Dentro o fuera de una religión es maravilloso orar sin cesar, a veces en silencio, sin palabras.
@gonzalogallog