Desde hace 40 años llevo viendo cómo van desmoronándose las instalaciones de la antigua fábrica de Tejidos Única, entre las carreras 25 y 28 y las calles 31 y 33, edificaciones que vistas desde el cable aéreo parece que fuesen un escenario ideal para filmar películas de la segunda guerra mundial por su grado de abandono, suciedad, deterioro, como si toda el área hubiera sido bombardeada; todo amenaza ruina. Estos edificios requieren ya de medidas urgentes de intervención urbanística y saneamiento ambiental, por el bien y seguridad de la ciudad y de su entorno.
Me duele que pasen los años y no haya ningún proyecto de renovación urbana a la vista en dicho sector; es de anotar que hubo dos proyectos de construcción de vivienda que fueron abortados. No sé qué han hecho las anteriores alcaldías para recuperar este espacio, pareciera que nada. ¿Alguna vez la Administración municipal se ha acercado a los dueños para un posible negocio que termine en beneficio de toda la comunidad?
Como tierra no vuelven a hacer y en el Centro de la ciudad escasea un lote de esta magnitud para propósitos de bienestar colectivo, propongo que esos 22.000 m2 de tierra ociosa sean destinados para uso público, sean comprados por la ciudad. La Administración municipal tiene una deuda histórica con los manizaleños en la construcción de nuevas áreas verdes o parques, no todo puede ser cemento en puentes, glorietas, avenidas, que aunque son necesarios para el desarrollo, los espacios verdes, ambientales y ecológicos son tan importantes como las obras civiles. Hasta ahora nos han distraído construyendo parquecitos de mentiras y árboles en acrílico con luces led desechables (para muestra el Parque de la Mujer).
En el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) vigente se estipula que el uso del suelo de este lote, según el ámbito normativo AN5, tiene restricciones de construcción en altura por el paso del cable vía, además de tener que dejar un porcentaje de área en cesiones y zona verde obligatoria, lo que hace que el terreno no sea atractivo para los inversionistas constructores. Por lo tanto lo ideal sería dejar todo el terreno como un parque para disfrute de los manizaleños y darle una amplia zona verde y ambiental a los populosos barrios del sector. Este lote es un balcón natural para apreciar nuestra hermosa Manizales y sus montañas desde otra perspectiva y visual de ciudad; además de valorizar el barrio que actualmente está deprimido, podría servir como detonante para un nuevo polo de desarrollo urbano.
Esta zona recuperada como parque natural sería la mejor inversión que haríamos los ciudadanos de Manizales en muchos años. El proyecto lo debería emprender esta Administración que apenas comienza. Su ejecución sería uno de los principales legados que podría dejar la Alcaldía Rojas, pues tendrá 4 años para consolidar y desarrollar esta idea. Ya llevamos 40 años de abandono y desidia respecto a este inmueble. Es hora de actuar. Llevando a feliz término este propósito, en el futuro tendríamos un pulmón verde en el Centro de la ciudad, generando oxígeno para todos nosotros. Mejorar la calidad del aire que respiramos, también aumenta la calidad de vida de sus ciudadanos y la riqueza ambiental aumentará sustancialmente.
Nos han vendido la idea de que Manizales tiene suficientes metros cuadrados de parques, pero la realidad es que estamos muy lejos de las 50 hectáreas por cada 100.000 habitantes que recomiendan los estándares internacionales. Seguimos teniendo una ciudad gris. Esperemos pues que la juventud no tenga que marchar ahora para exigir que la ciudad tenga más arborización, más zonas verdes y más espacios públicos. Ejecutemos este proyecto para que la ciudad sea más sostenible, acogedora y amigable con sus ciudadanos y responda a las nuevas demandas ambientales y ecológicas.