La prestación del servicio de taxis en el país tiene una regulación que no está acorde con el mundo actual y especialmente con los avances tecnológicos. La legislación es muy rígida y desactualizada para el mundo moderno, razón por la cual al taxi le salieron muchas competencias, entre ellas la que se ofrece por medio de plataformas digitales. El Estado ha sido incapaz de regular el uso de estas plataformas para el transporte individual de pasajeros. Cualquier iniciativa o intento que trate de hacer se cae inmediatamente.
El gremio de los taxistas es supremamente poderoso y además, no están dispuestos a perder el valor de los cupos, cuyo monto puede estar alrededor de los $100 millones. El cupo, que no está reglamentado, ni vigilado, es un valor estimado por el permiso que tienen los taxis para prestar el servicio. Dentro del populismo del Gobierno hay que destacar los subsidios establecidos hasta el momento que están desangrando las finanzas públicas. El del no incremento a los peajes a diciembre de este año le va a costar al país un billón de pesos. El del 50% en las primas del SOAT de las motos se estima que costará también a diciembre $500 mil millones; está proponiendo una ayuda de un billón de pesos para el transporte masivo de pasajeros como el Transmilenio y sistemas similares, y al final de este mes implementará un subsidio a la gasolina para los taxistas.
Hay que tener en cuenta que el funcionamiento de los taxis es un verdadero negocio capitalista -que tanto ataca el presidente- y explotador laboral. Son muchos los inversionistas que son propietarios de varios taxis en el país, que ponen a trabajar sus vehículos las 24 horas del día mediante la modalidad de “arrendamiento” a los conductores, cobrándoles una tarifa por el uso del vehículo y exigiéndoles entregarlo tanqueado y limpio. Conductores que trabajan en promedio 12 horas diarias. La ley exige que estos tengan seguridad social.
Aparentemente el subsidio será para los conductores. Según las cifras del Gobierno, serán 190 mil conductores los que se van a ver beneficiados y serán los que figuran en la base de datos del RUNT como conductores de taxi. El subsidio por taxista oscilará inicialmente entre $90.000 y $ 100.000, que se determinará de acuerdo a la ciudad donde se preste el servicio y al gasto que tengan diariamente de combustible. El costo mensual de este subsidio se estima en $25.000 millones. Hay que esperar cómo atenderá el presidente los reclamos que se presentarán a futuro por otros consumidores de gasolina, que también están siendo afectados por el incremento.
La decisión del gobierno de Duque en el año 2020 fue congelar el precio de la gasolina, desatendiendo que a nivel internacional estaba subiendo. Claro está que por la pandemia tenía que proteger la economía familiar y los paros que se presentaron en los últimos meses de su gobierno se podían complicar aún más si ajustaba el precio de la gasolina. Esa decisión está afectando en alto grado las finanzas del país. Es decir, el ajuste en el precio, tanto en la gasolina como en el diésel, había y hay que hacerlo. No se sabe por cuánto tiempo se tendrá el subsidio a los taxistas. El Gobierno dice que va hasta que el valor del combustible alcance la cifra de los $16 mil por galón. Hay que esperar si los taxistas aceptarán en su momento que se les desmonte.
Todo apunta a que el pago del subsidio se realizará por intermedio del Banco Agrario -banco estatal- que es el encargado de entregar estos subsidios como el de la Renta Ciudadana y que se ha caracterizado por las largas colas que se presentan para el reclamo de los recursos asignados. Esta institución financiera no está preparada ni tecnológica, ni logísticamente para prestar este servicio. El Gobierno tiene todavía la tarea pendiente de hacer el ajuste al precio del diésel, pero todo apunta a que no se va a dar la pela.
Ñapa: Muy lamentable la renuncia de Nicolás Restrepo como director-gerente de LA PATRIA. Le tocó afrontar el asesinato del periodista-subdirector del periódico Orlando Sierra, que afectó enormemente el ánimo de los empleados del diario; lidiar con procesos muy complejos como la competencia con las redes sociales -sobre todo, respetando y cumpliendo el lema de “100 años de verdad”- y la digitalización y virtualización de los periódicos escritos. Además, lograr salir adelante de las dificultades que trajo consigo la pandemia. Inclusive en una época el periódico incursionó como noticiero en televisión y hoy cuenta con su espacio en la radio. Agradezco la amabilidad que tuvo conmigo por haber permitido la publicación de mis colaboraciones sin una queja ni reclamo, durante su paso por la Dirección de LA PATRIA.