De acuerdo a lo establecido en la nueva ley, ni la policía, ni los agentes de tránsito, atenderán los choques simples o de latas, que son los que suceden cuando hay daños materiales menores; es decir, cuando no hay heridos, fallecidos, ni personas en estado de embriaguez o cuando los vehículos puedan retirarse de la vía por sus propios medios.  Para estos choques se acabaron “los croquis”.
Lo que se pretende con la nueva norma es evitar las congestiones que se presentan por efectos de choques simples, por lo que cuando estos suceden se deben tomar las evidencias como fotos, filmaciones, cruce de teléfonos y direcciones entre los conductores y mover los vehículos lo más rápido posible, porque en caso contrario les pueden hacer un comparendo por obstaculizar el tránsito vehicular
El ideal para el buen funcionamiento de la norma es que todos los vehículos que circulan por el país dispongan de su póliza “todo riesgo”. Lamentablemente son muy pocos los vehículos que cuentan con esta. Si solo el 47% de los vehículos transitan con el SOAT, que es obligatorio, ¿qué se puede esperar de la posibilidad de que además se circule  con el de todo riesgo?.
Nadie duda de las bondades de la norma. Son muchos los trancones que se presentaban y que podían tardar horas en solucionarse por un simple rayón. Con la norma el manejo de un choque de latas tiene tres opciones: la primera, conciliar en el sitio, que es la fácil, en la que entre los afectados acuerdan quién tuvo la culpa y se determina donde se reparan los vehículos o si es del caso, se acuerda una  compensación económica. De no lograrse esta opción, se deberá acudir a un centro de conciliación, como por ejemplo, en la Cámara de Comercio, en  las notarías o en los centros que para el efecto se hayan  constituido. De no lograrse ningún acuerdo con las anteriores, la opción que queda es   acudir a la justicia ordinaria.
Con la expedición de la norma son muchos los problemas que se están presentando, porque en la mayoría de los accidentes no se concilia, no se comparte la información personal o lo datos suministrados no son los verdaderos. Lo normal es que los culpables del choque se desaparezcan y se tenga que acudir a la justicia ordinaria, que en nuestro medio cualquier proceso judicial puede tardar varios años, o sea que termina siendo una opción no válida.
Todavía hay mucho desconocimiento de la ley. Ante un choque simple, se sigue llamando a los agentes de tránsito, quienes acuden a los sitios del siniestro a explicar  el procedimiento a seguir de acuerdo  con la nueva norma.
Cuando se presenta un choque en el que hay lesiones personales, acuden los agentes de tránsito, quienes levantan el respectivo informe y lo ponen a disposición de la Fiscalía general de la nación, para que determine ante un juez las responsabilidades y se tasen los daños.  En este evento los vehículos que se vieron involucrados en el choque quedan inmovilizados hasta que el fiscal del caso autorice su devolución. 
Ñapa 1: El Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, más conocido como el SOAT, se ha vuelto un desangre para las compañías de seguros. Entre el alto número de accidentes que se presentan con lesiones personales, los altos costos de los procedimientos médicos, los cobros por  los falsos positivos y el desequilibrio entre las primas del seguro y valor de los siniestros, están llevando a que las aseguradoras estén  restringiendo y complicando  la venta de este seguro.  Hay que aclarar que el mayor problema se está presentando con las motos, cuyas primas no compensan el alto número y los costos que generan los accidentes y, lo más complicado, el gobierno no está interesado en atender y solucionar este problema, lo que muy probablemente va a llevar a que en un futuro no se siga expidiendo este seguro. 
Ñapa 2: ¿No habrá una persona que le pida el favor a Lula que le comente a Petro que su posición ante la exploración y extracción de combustibles es una locura para la economía del país?