Sin lugar a dudas el aterrizaje de los nuevos mandatarios locales no es para nada suave.  El inicio de los mandatos siempre serán complicados; una cosa es ser candidato, donde es muy fácil hacer promesas y donde los encuentros con los seguidores son muy agradables.  En la mayoría de las oportunidades los saludos, son con abrazos, besos y llenos de sonrisas.  Otra cosa muy distinta es  ocupar el cargo, ahí se encuentran con la dura realidad de que  lo que se  prometió no se puede realizar.

Lo más complicado es la disponibilidad de los recursos y darse cuenta  -como recientemente, después de un año largo, le sucedió al  presidente- que un alto porcentaje del presupuesto  está comprometido, por lo que no es fácil el cumplimiento de las propuestas  de campaña. La mayoría de los gobernantes llegan al puesto con las pilas puestas y queriendo realizar su plan de gobierno  rápidamente.  Atrás quedan las sonrisas y los abrazos. Es la hora de trabajar y cumplir. Muy rápidamente se dan cuenta de que no son fáciles las cosas. Además de la  escasez de recursos, como se dijo anteriormente, los protocolos y requisitos que se tienen establecidos para el desempeño de los cargos son pesados y engorros.  

El alcalde de Manizales y el gobernador de Caldas tienen estilos diferentes, lo mismo que su trayectoria política.  La experiencia laboral del gobernador ha sido dedicada al ejercicio de su profesión como médico, sólo cuando se pensionó entró a la actividad política, como concejal y diputado. Es un hombre carismático y amable.  En su agenda no está contemplada la opción de conformar un grupo político, ni interés en ser congresista.  Su gran afán es poder desempeñar el cargo lo mejor posible, sin conflictos y respetando los compromisos adquiridos en su campaña.

Anda feliz recorriendo el departamento, reuniéndose con los alcaldes y conformando, en compañía de sus colaboradores, especialmente de su secretario de Planeación, Carlos Anderson García,  el proyecto de acuerdo del Plan de Desarrollo para ser presentado a consideración de la Asamblea Departamental para su aprobación. Este secretario es quien se sabe la lección de cómo se elabora este documento. Hay que tener muy claro que si bien los alcaldes no son subordinados del gobernador, la Gobernación es la encargada de las carreteras departamentales,  de la salud y la educación de los municipios, por lo que ningún alcalde va a “patiar la lonchera”.    

Antes de posesionarse, el presidente lo graduó de petrista, sin siquiera haberlo conocido previamente, y le dio la oportunidad de pedirle la continuación de la construcción del Aeropuerto de Palestina. Petro se comprometió en colaborarle  con esta petición,  pero a raíz de los últimos comentarios del ministro del Transporte le tocará hacer una gran despliegue  al gobernador  para que el presidente  honre este compromiso.

Rojas es de otro estilo. Tiene una trayectoria pública amplia,  fue alcalde de la ciudad, ministro de Transporte, secretario de Obras Públicas, concejal,  consejero y asesor de diferentes municipios y departamentos del país.  Tiene una carrera política por delante y no quiere desaprovechar la oportunidad para fortalecerla. Está muy afanado para que la comunidad vea su gestión, por lo que está luchando cómo  vencer la tramitología y lentitud en los procesos de la Administración. Tiene claro que el primer paso es la construcción de su Plan de Desarrollo, para lo que, al igual que el gobernador,  tiene un excelente coequipero que es José Fernando Olarte, quien también tiene una  alta experiencia en el tema.

El alcalde Rojas está muy interesado en mostrar victorias tempranas, por lo pronto ha logrado mejorar la movilidad vehicular de la ciudad, para lo  que ha desplazado un alto número de guardas de tránsito a lo largo de las vías, con lo que por un lado logró mejorar la velocidad en los desplazamientos  y por el otro, controlar el desorden  generado principalmente por el parqueo en sitios no autorizados. Así mismo este año tendrá un gran trabajo por realizar en obras civiles, que consiste en terminar los contratos que dejó en ejecución Carlos Mario Marín como son el bulevar de la calle 19, la intersección de Los Cedros, la Juan XXIII,  los escenarios deportivos que estaban destinados para los Juegos Nacionales y la línea tres del cable aéreo.  

Tiene un tema muy complicado por atender, que es la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales,  PTAR.  Debe inicialmente resolver la liquidación del contrato y posteriormente definir con el Gobierno nacional la modalidad de su construcción.  Igualmente, deberá estar muy pendiente de la evolución de los estudios y trabajos  que se deben realizar para el mejoramiento de la vía Manizales-Mariquita, obra que junto con la construcción del Aeropuerto de Palestina, son las más importantes para el desarrollo  de la ciudad y del Centrosur del departamento.