Colombia ha exportado en los últimos dos años 12.9 millones de sacos en 2017 y 12.8 millones en 2018, a pesar de la reducción del área sembrada y el invierno sostenido que no ha favorecido las floraciones, y que además, daña gran parte durante los meses posteriores. Mensualmente leemos informes de sacos exportados, y las variaciones no son significativas con respecto a años anteriores. Las cifras oficiales sorprenden mucho, pues los productores, vemos una disminución sostenida en la producción, por efecto climático, que ronda mínimo el 30% y en algunos llega al 50%. Esto no solo ocurre en nuestra zona, hablando con colegas de otros departamentos, con los que tenemos información fluida, perciben una problemática similar. 
La prima del café colombiano, en el momento que escribo este artículo, para su preparación de trilla UGQ (Usual Good Quality) es de 19,5 centavos de dólar por libra, para preparación EP (Europa) de 22 centavos y para Supremos de 25 centavos. Café de otros países como Honduras, México, Guatemala y Perú, que producen arábigos, bajo la denominación de Suaves Colombianos u Otros Suaves, tienen primas diferentes a la nuestra. 
Colombia importó de Honduras hasta septiembre de 2018, 313.654 sacos de 46 kg y de octubre a diciembre otros 79.197 sacos, pasando de ser el comprador número 22 en 2016 de ese origen, a ser el sexto en 2018. Honduras tiene prima para su categoría HG (High Grown) 2,5 centavos por lb y para SHG (Strictly HG, café de altura) 5,5 centavos, el cual es equivalente a un EP de Colombia. Guatemala para su PW 9 centavos, HB 20 centavos y SHB 28 centavos. México tiene primas de 5 centavos y Perú en época de cosecha 5 centavos para su categoría MCM y 2,5 centavos para MC, desde allí hemos importado 215.000 sacos en 2018. 
La calidad del café de Honduras no se puede diferenciar del colombiano en sus físicos y perfiles de taza. Prueba de ello es que para Starbucks, en un tipo de café que compra en Centroamérica, Basket 3, los faltantes de esta calidad los suple con colombiano, así le salga más caro, pero cumple con sus necesidades. Colombia se ha vuelto un importador importante de café, la demanda de la industria nacional de calidades inferiores para consumo interno tiene un déficit de 800.000 sacos, además de la necesidad que tiene Buencafé de robustas para liofilizar. Lo difícil de entender es para qué importamos una calidad igual a la nuestra si aquí la industria poco consume ese tipo de café. ¿Cuál marca consume café importado similar al nuestro? No conozco. ¿De dónde podría salir el café que falta en las producciones de las fincas? ¿Será que soy muy malpensado si sospecho que ese grano hace carrusel y sale como Café de Colombia? Únicamente con la diferencia en la prima, las matemáticas del negocio dan para que sea atractivo moverlo desde Centroamérica y reexportarlo como café de Colombia. 
Me pregunto: ¿cómo es el movimiento de café por la frontera sur con los tratados de comercio con Ecuador y Perú sumado a la permeabilidad de nuestras fronteras al contrabando técnico? ¿ Cuáles son los mecanismos técnicos y legales que tiene la institución para defensa de nuestro origen y de la marca Café de Colombia? 
A los productores no nos conviene, si hay disminución en la producción, que no se refleje en las cifras de exportaciones. Mostrar que seguimos produciendo bien, en cantidades constantes o en ascenso, no es un buen mensaje al mercado que reacciona a la baja. Habría que mirar bien quiénes son los beneficiarios de que no se hable de esas "honduras".